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La verdad sobre el origen de la covid: «Estaban combinando los coronavirus más letales del mundo»

El programa clasificado tenía como objetivo hacer que los virus de las minas fueran más infecciosos para los humanos

Cada vez se está más cerca de averiguar qué pasó realmente en Wuhan con el coronavirus. Según una profunda investigación de varios meses, el periódico británico The Sunday Times ha adelantado que los científicos que trabajaban en la ciudad donde se originó esta enfermedad respiratoria estaban combinando en 2019 junto al ejército chino varios de los coronavirus más letales del mundo para crear un nuevo virus mutante.

Los encargados de comenzar a movilizar la investigación de su origen fueron varios investigadores estadounidenses que cercioraron que, después de revisar las comunicaciones interceptadas de alto secreto y el análisis científico, creen que los científicos de China estaban trabajando en un proyecto «extremadamente peligroso» que terminó en un brote a nivel mundial.

Según los investigadores estadounidenses, no hay ninguna información publicada porque el virus se realizó en colaboración con el ejército chino, ya que fue el encargado de dar el dinero al instituto para seguir con los ensayos y crear «armas biológicas».

Son varias las hipótesis que se han barajado desde el inicio de la pandemia, pero ninguna se ha podido descartar, porque el Gobierno chino nunca ha ofrecido ningún dato y ha prohibido a los investigadores extranjeros indagar sobre el origen de este extraño virus que sigue presente en nuestras vidas.

Los orígenes de la covid

Según The Sunday Times, el instituto, que en el año 2003 comenzó a buscar cada vez más los orígenes del virus Sars –síndrome respiratorio agudo grave–, atrajo fondos del gobierno de EE.UU. a través de una organización benéfica con sede en Nueva York. El principal científico de coronavirus de Estados Unidos compartió técnicas de manipulación de virus de vanguardia.

Lo que ocurrió no fue casualidad, ya que el centro de investigación chino estaba cada vez más involucrado en experimentos de gran peligrosidad sobre coronavirus que comenzó a recolectar de una de las cuevas del sur de China. En un primer momento, sí comunicaron a los medios lo que estaba ocurriendo. De hecho, argumentaron que la actividad estaba justificada porque el trabajo iba a ayudar a la ciencia a crear nuevas vacunas.

La comunicación con el exterior se perdió en 2016, cuando un grupo de investigadores chinos descubrió en un pozo de mina de Mojiang, en la provincia de Yunnan, una nueva especie de coronavirus que mató a dos personas. Los síntomas que experimentaron fueron similares a los del coronavirus actual.

Según los investigadores estadounidenses, el programa clasificado tenía como objetivo hacer que los virus de las minas fueran más infecciosos para los humanos.

En vez de informar al mundo, las autoridades sanitarias chinas se lo guardaron y no informaron de las muertes. A día de hoy, se han descubierto que los Sars de las minas son los únicos miembros directos de la covid. Si el Gobierno chino hubiese notificado lo sucedido, posiblemente se podrían haber evitado muchas muertes.

Ahí fue exactamente cuando comenzó «el programa de clasificados». Mi opinión, explica a The Sunday Times, un investigador estadounidense, es que la razón por la que se encubrió Mojiang se debió al «secreto militar relacionado con la búsqueda de capacidades de doble uso» en armas «biológicas, virológicas y vacunas».

Según los investigadores estadounidenses, el programa clasificado tenía como objetivo hacer que los virus de las minas fueran más infecciosos para los humanos.

Se cree que esta situación fue la clave para la creación de la covid y su posterior filtración en el laboratorio de Wuhan debido a un accidente. Según la opinión de varios expertos en investigación estadounidenses, ha vuelto cada vez más claro que el Instituto de Virología de Wuhan estuvo «involucrado en la creación, promulgación y encubrimiento de la pandemia».

Las autoridades chinas pidieron silencio

Otro análisis detalla que el foco inicial donde se originó el brote inicial de covid –que ha matado a casi siete millones de personas en todo el mundo–, se encontraba a escasos metros del laboratorio del instituto, no en un lugar «húmedo» de la ciudad, como se había pensado.

Los investigadores de EE.UU. también revelaron al medio cómo descubrieron que el laboratorio del gran país asiático estaba trabajando en una vacuna antes de 2019. Una de las fuentes explicó que intercambió varias palabras con científicos en Asia que tienen una estrecha relación con el Instituto de Virología de Wuhan y le dijeron que creían que se estaba realizando una «investigación de vacunas en el otoño de 2019, pertinente a la vacunación contra el coronavirus».

Por otro lado, y para más evidencias, un equipo dirigido por la experta en murciélagos británica Alice Hughes, quien era profesora asociada en la Academia de Ciencias de China, que supervisa el instituto de Wuhan, y estado trabajando en las minas, apuntó que no le permitieron «hablar con los medios sobre su investigación» y que el servicio de seguridad de China la vigilaba.