Un ‘lápiz’ genético logra la remisión de una leucemia letal en dos adolescentes
La remisión de este cáncer era impensable, pero fue posible gracias a la insistencia por investigar nuevos tratamientos en el campo de la genética.
Una nueva terapia ha salvado la vida a dos adolescentes con leucemia. Un grupo de médicos de Reino Unido ha logrado frenar este cáncer mortal e incurable que poseían dos jóvenes que iban a ser trasladados a cuidados paliativos. Esto ha sido posible gracias a una técnica revolucionaria e innovadora, una especia de «lápiz» genético que ha abierto nuevas posibilidades de tratamientos contra enfermedades cancerígenas graves.
El «lápiz» genético, una herramienta innovadora que permite editar y corregir genes defectuosos en el ADN de las células, ha salvado la vida de Alyssa, una joven con leucemia que no consiguió tolerar ninguno de los tratamientos. En este caso, esta innovadora técnica científica se empleó para modificar las células de los pacientes y así combatir la leucemia de forma más eficaz, según la BBC.
Los resultados se conocieron gracias a la revista científica The New England Journal of Medicine, cuyo estudió ha impactado a la sociedad, ya que esta técnica logró conseguir remitir la enfermedad en los estudiantes. Los científicos han sido los encargados de difundir los casos de tres jóvenes que estaban condenados a morir por la leucemia linfoblástica aguda de tipo T, un tipo muy cáncer muy agresivo. Uno de los pacientes murió antes de recibir el tratamiento, los otros dos han sobrevivido y ya no tendrán que ir a cuidados paliativos.
Este avance científico, según los autores, abre la puerta a nuevas terapias genéticas que podrían mejorar el mundo de la investigación y facilitar la cura de nuevas enfermedades. La terapia, nunca antes conocida, se lleva cabo extrayendo los glóbulos blancos de los pacientes, rediseñándolos en el laboratorio para multiplicar su capacidad de destruir las células cancerosas. Una vez esté hecho este proceso, los glóbulos se vuelven a introducir en el paciente.
Según los expertos, este nuevo tratamiento además de luchar contra una de las enfermedades más letales, también servirá para editar genes de manera precisa y específica y así corregir defectos genéticos y tratar otras enfermedades imposibles de curar con métodos convencionales.
El caso de Alyssa
Todos los tratamientos habían fallado para salvar la vida de Alyssa, de 13 años, quien sufría leucemia. Desesperados, porque el siguiente paso eran los cuidados paliativos, decidieron aplicarle la nueva terapia. Según relata la BBC, los médicos del hospital Great Ormond Street, ubicado en Londres, utilizaron una técnica llamada «edición de bases», con el fin de crear, gracias a la ingeniería biológica, un nuevo «medicamento vivo».
Seis meses después de que le aplicasen el tratamiento, la enfermedad ha remitido. Es decir, no la detectan en el cuerpo de la adolescente a pesar de que su cáncer era muy agresivo y que la quimioterapia e incluso un trasplante de médula ósea no habían funcionado como tratamiento.
Las células T están en el cuerpo para protegerlo de posibles enfermedades. Sin embargo, en el caso de la niña de 13 años estaban actuando de manera contraria, por lo que se habían convertido en una amenaza y estaban actuando sin control. Si los doctores y los familiares no hubiesen tomado la decisión de someter a Alyssa al innovador tratamiento, el único camino que tenía era intentar tener una vida lo más cómoda posible, pero sin muchas esperanzas de sobrevivir.
La remisión de este cáncer era impensable, pero fue posible gracias a la insistencia por investigar nuevos tratamientos en el campo de la genética. De hecho, últimamente se ha mejorado mucho en este campo.
A pesar de que parece sencillo, la realidad es que fu un proceso muy complejo de ediciones en tres bases. La edición de la primera base, según redacta el medio, deshabilitó el mecanismo de las células T para que no atacaran el cuerpo de Alyssa. La segunda edición eliminó una marca química, llamada CD7, que se encuentra en todas las células T, con el fin de proteger a las células que fueron donadas, y la tercera edición fue una capa de invisibilidad con el fin de que fueran resistentes a los medicamentos de la quimioterapia.
La etapa final de esta modificación genética fue instruir a las células T de cazar a cualquier trazo que tuviera la marca química de CD7, incluida las cancerígenas, una vez ingresaran en el organismo de la adolescente. Esa fue la razón por la que la marca CD7 fue eliminada de la terapia en la edición de la segunda base, de otro modo las células donadas se hubieran destruido a sí mismas.
La terapia funcionó, y aunque Alyssa estuvo muy débil, la joven ha conseguido lo que nadie pensaba que iba a suceder, estar limpia de la enfermedad en los últimos análisis.