Bruselas revela la factura del Pacto Verde Europeo: 633.000 millones de euros al año
El Pacto Verde Europeo supone un agujero en las cuentas de la Unión Europea. Así lo ha detectado la Comisión, que ha cifrado el vacío que podría suponer el acuerdo en 633.000 millones de euros al año, de los cuales la mayor parte tendría que proceder de inversiones privadas, según el nuevo plan de Previsión Estratégica europea.
Los documentos que ha presentado la Comisión Europea este jueves sostienen que para poder alcanzar los objetivos que se marcó el Pacto Verde Europeo -reducir las emisiones de CO2 en 2030 un 55 % con respecto a 1990 y desarrollar una economía más sostenible- se necesitarán más de 620.000 millones de euros al año.
Eso sin tener en cuenta los otros 92.000 millones que hay previstos para el periodo 2023-2030 para la Ley sobre la Industria de Cero Emisiones Netas, que se puso en marcha para hacer frente a las grandes subvenciones a las tecnologías verdes que se hacían en Estados Unidos, China o Japón.
Una de las prioridades de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea es avanzar en la transición ecológica y la adaptación medioambiental, es decir, prevenir el cambio climático con este tipo de acuerdos que lastran las cuentas de los europeos. La única forma de sostenerlas es a base de inversiones privadas, como ha revelado la Comisión Europea, y de impuestos.
La UE había presupuestado el Pacto Verde Europeo en un total de 578.000 millones de euros, pero no será suficiente según el análisis estratégico de la Comisión Europea, basado en un trabajo científico elaborado por el Centro de Investigación Conjunta de la UE.
En opinión de Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea para las Relaciones Interinstitucionales, a algunos medios de comunicación, hay que desbloquear la financiación de sectores públicos y privados para así poder «ampliar las inversiones necesarias». Así se podría hacer frente al Pacto Verde Europeo.
Una de las vías que propone la Comisión Europea para redirigir el rumbo es otorgar un nuevo mandato al Banco Europeo de Inversiones, de forma que siga siendo un vehículo financiero con «triple A» pero que al mismo tiempo refuerce su acción para llegar donde no llegan las entidades financieras privadas.
El documento presentado este jueves por la Comisión será uno de los puntos a debatir en una de las citas importantes de la presidencia rotatoria española: la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE y los presidentes de las instituciones comunitarias que se celebrará en Granada en el próximo mes de octubre.