Mueren 11 personas en playas y piscinas durante el fin de semana: así puedes prevenir los ahogamientos

La primera semana de julio ha sido negra en cuento a ahogamientos se refiere. Más de 10 personas han perdido la vida en piscinas y playas de todo el territorio español. La comunidad más afectada ha sido Cataluña, donde se contabilizan cuatro muertes entre el sábado y el domingo. Un niño de cuatro años y otro de ocho también han perdido la vida en Toledo y Zaragoza respectivamente. Pare evitar este trágico momento, ¿qué debemos hacer?

Según ha explicado la Asociación Española de Pediatría (AEP) los niños menores de seis años debes estar espacialmente vigilados, ya que representan el 70 % de las víctimas por ahogamiento. De hecho, en nuestro país han muerto en 10 años más de de 100 personas por esta causa, la mayoría de ellos podrían haber sido prevenidos.

La supervisión o vigilancia es fundamental. Los niños no pueden estar solos cerca de las piscinas, orillas, bañeras o cubos de agua. La vigilancia adecuada existe cuando la distancia al menor es inferior a la longitud del brazo del cuidador, es decir, tenerlos al alcance.

Qué hacer para prevenir el ahogamiento

Para evitar las muertes por esta causa, la AEP ha publicado varias estrategias que tras ponerlas en práctica y estudiarlas han resultado ser efectivas.

El primer punto hace referencia a la supervisión. Es muy complicado que el socorrista esté muy atento a todas las personas de la piscina o playa, por lo que hay que vigilar con mucha atención a los niños pequeños o personas con dificultades de baño.

El entrenamiento en maniobras de RCP, tanto de los padres como de los adolescentes y niños mayores, representa también una medida efectiva. La protección cervical adecuada, el tiempo transcurrido desde el ahogamiento y la aplicación precoz de medidas de RCP por personal entrenado resultan cruciales para mejorar el pronóstico en un ahogamiento.

Otra de las recomendaciones es cercar la piscina. Con esta medida impides que el niño vaya directa a la piscina en caso de que se escape. Esta medida reduce los ahogamientos de los más pequeños dentro de las viviendas. Además, según la AEP la valla debe ser más alta que el menor, ya que si no podría saltarla. Por otro lado, la puerta es el componente más importante. El cierre debe ser automático y estar fuera del alcance de los niños (al menos a una altura de 1,34 metros.

Hay que tener en cuenta los saltos de cabeza. Debe estar prohibido si la profundidad de la charca es inferior a 1,2 metros y permitirlo si es superior a 1,8 metros. También hay que vigilar los desagües de todas las piscinas, públicas y privadas. Todas tienen dispositivos que succionan, por lo que pueden atrapar el pelo o partes del cuerpo. Este mes un niño ha muerto y otro ha resultado herido por este motivo.

Otra de las estrategias más efectivas es la preparación de los niños desde que son pequeños para defenderse si caen al agua por descuido. Está demostrado que los niños que comienzan las clases entre el año y los cuatro años tienen menos posibilidades de morir ahogados. Según la AEP Los padres deben tener en cuenta la frecuencia de exposición al agua, la madurez emocional, las limitaciones físicas y otras cuestiones de salud, como la hipotermia, infecciones y el daño pulmonar por los productos químicos de las piscinas.

Otra importante medida de prevención es el uso de dispositivos personales de flotación cuando se navega en cualquier tipo de embarcación de recreo.