Caracolín gana la Carrera de Caracoles de Tricio (La Rioja)
En la carrera han participado 75 caracoles, con sus respectivos niños, ilusionados porque estas curiosas mascotas hagan una demostración de fuerza
Caracolín, un molusco de la niña de siete años Aitana Marco, ha sido el vencedor de la Carrera de Caracoles de Tricio, que este sábado ha cumplido su edición número 35 como uno de los puntos centrales de una fiesta centrada en la importancia que el caracol tiene para este municipio riojano.
Así, un año más Tricio ha recuperado esta tradición por la que es conocido prácticamente en todo el mundo, que se enmarca dentro del Festival del Caracol y en el que se han repartido cerca de un millar de raciones de caracoles.
En la carrera han participado 75 caracoles, con sus respectivos niños, ilusionados porque estas curiosas mascotas, al menos durante una mañana, hagan una demostración de fuerza, pues, en realidad esta carrera consiste en que cada caracol arrastre una lata de espárragos de 250 gramos, unas 40 veces su propio peso, que lleva pegada a su caparazón.
Durante toda la mañana se celebran las tandas necesarias, de cinco minutos cada una, para que cada participante pueda arrastrar ese peso por un tablero dividido en calles; los que no siguen un camino recto son eliminados y, entre los que quedan, los jueces miden la distancia recorrida.
El récord de la prueba está en 26,5 centímetros, desde 2001, y en esta edición las marcas han quedado muy lejos de esa distancia: Caracolín se ha quedado en 9,5 centímetros, cinco menos que el ganador del año pasado.
Aitana Marco recogió a su caracol ayer en una huerta de Tricio, ha relatado, y ha estado muy ilusionada en que Caracolín pudiera ganar, algo por lo que le han entregado 40 euros, una vez que han terminado todas las tandas y se ha sabido que esos 95 milímetros eran la distancia más larga.
Porque el caracol Princes de Misa Okeeffe, de cinco años, que reside en Tricio –como la ganadora– se ha quedado en 93 milímetros, con lo que la prueba ha tenido emoción hasta el final.
Un zapato y un caracol, el origen
El origen de esta curiosa prueba para gasterópodos se atribuye a unos visitantes de Tricio que se sorprendieron al ver cómo un caracol, muy presente en las huertas del pueblo, era capaz de arrastrar un zapato.
Sin embargo, años antes de 1986, Tricio ya era conocido por su festival del caracol, organizado desde los años 70 por José Fernández, Tio Chito, un personaje retratado incluso por Camilo José Cela en una crónica como «organizador de carreras de caracoles», ya que ideó una prueba de velocidad y de rampas para caracoles, pero sin arrastre, en la que uno llegó a superar 1,2 metros en cinco minutos en 1972.
Ya por entonces, cientos de personas acudían a Tricio en sus fiestas patronales con la excusa de ver esta singular prueba, pero, en realidad, buscaban degustar un plato de caracoles cocinado al estilo más tradicional, con chorizo, panceta, tomate y pimiento, que este sábado han degustado casi un millar de personas.