Un examen ocular podría revelar si una persona padece covid persistente

Dolor de cabeza constante, fatiga debilitante, tos crónica, mareos... Estos son algunos de los 12 síntomas característicos de la afección más extraña del coronavirus, la covid persistente, una enfermedad que sufre entre un 10 y 20 % de españoles –más de dos millones– y cuyo origen aún no está claro. Sin embargo, es tan relevante en la sociedad que la Organización Mundial de la Salud le creó su Día Internacional de Reconocimiento y Concienciación del Covid Persistente.

Tras varias investigaciones, muchas sin resultado, un grupo de científicos de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) en Alemania ha conseguido dar con la que podría ser la respuesta a qué pacientes padecen covid persistente después de la infección por coronavirus.

El estudio ha descubierto que las arteriolas del ojo se contraen y las vénulas reaccionan con menor intensidad a los impulsos luminosos, por lo que un examen ocular estandarizado podría revelar en el futuro si una persona padece esta enfermedad, según una nueva investigación que ha mostrado una clara relación entre la enfermedad y ciertos cambios en los vasos sanguíneos del ojo.

Entre el 10 y el 35 por ciento de los afectados por este síndrome siguen experimentando síntomas como problemas respiratorios o fatiga mucho tiempo después de contraer la covid. Hasta ahora no se conocen características físicas, o los llamados biomarcadores, que puedan utilizarse para diagnosticar de forma fiable el covid prolongado.

Una de las características del coronavirus son los cambios en los vasos sanguíneos. Esto afecta al endotelio, en concreto, a la pared interna del vaso sanguíneo. Como consecuencia de los cambios, los órganos del cuerpo no reciben suficiente suministro de sangre.

Hasta la fecha, los vasos sanguíneos estudiados eran principalmente grandes vasos. Sin embargo, el 90 % de las células endoteliales del cuerpo «se encuentran en vasos pequeños y diminutos», afirma el médico jefe del Departamento de Nefrología de la Klinikum rechts der Isar del hospital universitario de la TUM y líder del estudio, Christoph Schmaderer, quien asegura que «apenas se sabe qué ocurre con estos vasos sanguíneos en covid largo».

Los vasos sanguíneos del ojo podrían ofrecer una pista sobre el estado «de los pequeños vasos sanguíneos de todo el cuerpo», afirma Schmaderer. Los métodos y herramientas necesarios están bien probados y no requieren ninguna intervención en el organismo.

En los hallazgos, publicados en la revista Angiogenesis, dos valores mostraron una fuerte correlación con las enfermedades de covid persistente. En primer lugar, las arteriolas, es decir, las arterias más pequeñas, se estrecharon significativamente en comparación con el grupo de control sano. En segundo lugar, las vénulas, pero no las arteriolas, mostraban una respuesta alterada a la estimulación lumínica. Si se ilumina el ojo con una luz parpadeante, los vasos sanguíneos se dilatan. En el caso de los pacientes con covid largo, esta respuesta se redujo significativamente.

Cuantos más marcadores inflamatorios se medían en la sangre de los participantes, más pronunciados eran los cambios. Según los estudios, se sospecha que las respuestas inflamatorias persistentes son otro factor importante en el covid prolongado.

No obstante, dado que el estudio es comparativamente pequeño, con 41 participantes enfermos, y solo se realizó en un único hospital, aún no se puede deducir de los resultados ninguna prueba fiable para el covid largo. En opinión de los investigadores, se necesitan más estudios para verificar los resultados.

«Confío en que a partir de nuestros resultados pueda desarrollarse una herramienta para diagnosticar con seguridad el covid largo», afirma Schmaderer. Además, los investigadores parten de la base de que «la microcirculación está restringida», no solo en el ojo, sino también en otras partes del cuerpo. Esto podría hacer que el método fuera «especialmente adecuado» para evaluar la eficacia de futuras terapias para la covid persistente, añade.