Varios médicos entrenan al cerebro para reducir las secuelas de la cirugía de tumores cerebrales
El equipo investigador está analizando en estos momentos los resultados clínicos de las intervenciones así como el potencial de aplicación del protocolo de prehabilitación
Investigadores y médicos del Instituto Guttmann, de Barcelona, han conseguido reducir las secuelas de la cirugía de los tumores cerebrales, como la pérdida del habla o la movilidad, modificando la actividad del cerebro antes de la operación, en un ensayo clínico pionero en mundo en el que han participado catorce pacientes.
Financiado por la Fundación Joan Ribas Araquistain, este ensayo aplica a los pacientes con tumores cerebrales técnicas de estimulación cerebral no invasiva antes de la cirugía, para desplazar o cambiar a otra área segura del cerebro las funciones que se pueden ver afectadas por la operación, reduciendo así las secuelas físicas y cognitivas.
El ensayo se denomina PREHABILITA y hasta ahora han participado en el mismo catorce pacientes, aunque el objetivo son que se beneficien unos treinta hasta 2025, y el protocolo del mismo se publicó ayer, lunes, en la revista Frontiers in Neurology.
La directora asistencial y codirectora del Instituto Guttmann, Montserrat Bernabeu; el doctor en Neurociencias y coinvestigador principal del proyecto, Kilian Abellaneda; el doctor en Medicina y también coinvestigador Josep Maria Tormos, y la neurocirujana del Hospital del Mar y colaboradora del PREHABILITA, Gloria Villalba, han dado a conocer este martes en rueda de prensa los resultados de este ensayo clínico.
En el encuentro también ha participado Raúl González, paciente que ha participado en el proyecto y a quien diagnosticaron una recidiva o reaparición de un tumor cerebral, tras una primera intervención, en junio de este año.
González se planteó solicitar incluso la eutanasia al afectar el tumor a una zona del cerebro que le podría dejar secuelas en su movilidad y autonomía personal, pero la doctora Villalba le habló de la posibilidad de participar en este ensayo.
Durante diez días este paciente hizo sesiones de neuromodulación combinadas con un entrenamiento intensivo en tareas lingüísticas y motoras, además de ejercicio físico, que incluyó natación, y el resultado fue tan positivo que la neurocirujana pudo extirpar el tumor, con un margen de seguridad (tejido de alrededor), ha indicado.
El paciente, que fue operado a mediados de junio, ha asistido a la rueda de prensa con total autonomía de movilidad y ha explicado su historia sin dificultad alguna.
La neuromodulación no invasiva, según han explicado este martes los doctores, inhibe la actividad de una determinada zona del cerebro, como si estuviese lesionada, durante un periodo limitado.
Esa área «queda en penumbra» y, como el paciente está haciendo actividades de habla o movimiento muy exigentes tras la neuroestimulación, «el cerebro se ve obligado a buscar una región alternativa que le permita llevarlas a cabo», ha explicado el doctor Tormos.
De esta manera, se prepara al cerebro para que, en caso de que la cirugía cerebral cause una lesión real en esa área, haya otras zonas del cerebro que le permitan funcionar de forma adecuada, ha precisado el fisioterapeuta e investigador predoctoral del proyecto Leonardo Boccuni.
«Es un razonamiento inverso al que hacemos en una rehabilitación postictus. La prehabilitación es un tratamiento anterior a la cirugía para evitar las secuelas de una potencial lesión», ha añadido.
Villalba ha expresado su deseo de que este tratamiento previo a la operación pudiera hacerse siempre en todos los casos compatibles, y que formara parte de la cartera de servicios del sistema público de salud.
Los pacientes candidatos a este entrenamiento son los que disponen de dos o tres semanas de tiempo antes de someterse a la cirugía, una situación que no es general, ya que algunos afectados de tumores, como los que provocan hipertensión craneal, con vómitos y cefaleas, no pueden esperar tanto tiempo y deben ser operados en cuestión de días, ha puntualizado la neurocirujana.
El equipo investigador está analizando en estos momentos los resultados clínicos de las intervenciones así como el potencial de aplicación del protocolo de prehabilitación en un contexto más allá del ensayo, ha indicado la doctora Bernabeu.
El Instituto Guttmann lleva a cabo el PREHABILITA con la colaboración de los equipos de neurocirugía de los hospitales del Mar, Clínic, Vall d'Hebron, Bellvitge, Mutua de Terrassa y HM Delfos, así como del servicio de resonancia del IDIBAPS.