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Pablo Llama, psicólogo en Proyecto Hombre MadridEl Debate

Entrevista a Pablo Llama, psicólogo en Proyecto Hombre Madrid

Día Mundial sin Alcohol: «Por cada euro invertido en prevención se ahorran cinco en tratamiento»

El objetivo de Proyecto Hombre es alertar sobre la importancia de no banalizar el consumo de alcohol y visibilizar las graves consecuencias que posee

El alcohol es la droga legal más consumida entre la población. En el año 2022, en adultos, esta sustancia se posicionó como la segunda sustancia por la que los hombres demandaron tratamiento y la primera sustancia en el caso de las mujeres, representando ambos sexos cerca del 40 % del total de pacientes atendidos.

Pablo Llama, psicólogo en Proyecto Hombre Madrid, ha explicado a El Debate, aprovechando el Día Mundial sin Alcohol, el consumo de esta droga en los jóvenes, con el objetivo de alertar sobre la importancia de no banalizar el consumo de alcohol y visibilizar las graves consecuencias que posee en las personas que realizan un uso abusivo o inadecuado.

–¿Cómo deben los padres tratar el tema del alcohol con sus hijos?

–Es verdad que uno de los grandes problemas del alcohol es que tenemos muy normalizado en nuestra sociedad el consumo. Esto hace que el tratamiento dentro de las familias sea fundamental.

Es importante que los padres, sobre todo en el alcohol, que sabemos que los adolescentes antes o después van a tener contacto con él, tengan una responsabilidad. De hecho, si vamos a los datos, tres de cada cuatro menores de 14 a 18 años ya han bebido alcohol en alguna ocasión. Para ello, hay que tratarlo como lo que es, como una droga, que en un momento dado está muy normalizado su consumo, pero hay que explicarlo como que es una droga para que entendamos que tiene unos riesgos específicos.

Desde ahí, yo creo que es relevante, sobre todo en las familias, ser modelos de un consumo no abusivo y menos delante de los niños. Quizás ahí todos y cada uno de nosotros podemos hacer una pequeña revisión de la relación tenemos con el alcohol. También es conveniente tener una comunicación fluida, intentar saber y conocer un poco en que están nuestros hijos adolescentes, qué hacen, con quién salen... Es obvio que no nos van a contar todas y cada una de las cosas que hace, pero es positivo que al menos tengamos una idea.

No podemos pensar que nuestros hijos no han probado el alcohol, porque ahí dejamos de prevenir y de hablar con ellos. Es importante dotarles de herramientas para que ellos tengan sobre todo un cierto pensamiento crítico, una gestión emocional adecuada y un manejo de la asertividad adecuado. Eso es un factor de protección que a ellos les va a prevenir un problema de alcoholismo.

–¿Por qué su consumo no es tan sonado como el de las drogas ilegales?

–Con el tema del fentanilo, por ejemplo, me da la sensación de que mediáticamente parece que tiene más tirón y hablar de temas como el alcohol no aporta cosas malas. Pero es verdad que es fundamental centrarnos en el alcohol y en que la gente sepa que es de las drogas que más problemas causan en la sociedad española, tanto directas como indirectas.

El consumo puede derivar alcoholismo, que es una enfermedad grave y que tiene muchas consecuencias físicas y psicológicas. Por lo que sí es importante poner el foco en los menores y en el consumo porque tiene mucho que ver o está muy relacionado con la posibilidad de desarrollar alcoholismo en la edad adulta. Es decir, una de las variables que más influye en este sentido es la edad de inicio en el consumo y el tipo de consumo que se va dando, sobre todo cuando somos adolescentes.

–¿La mayor parte de pacientes que acuden a Proyecto Hombre, qué edades tienen? ¿Cómo se les atiende?

–En Proyecto Hombre tenemos diferentes programas específicos para cada tipo de demanda. Hay programas para adultos, que dependen de cada sustancia; de estructura social; de personalidad, si hay algún tipo de patología dual. También hay otros tipos de personas que están más enfocados en adolescentes y jóvenes.

La atención de Proyecto Hombre a día de hoy está muy especializada en los diferentes programas para atender a diferentes demandas. Muchas veces nos podemos encontrar en familias que viven con chicos desde 12 a 13 años, hasta personas de 75 años. Lo que sí quiero reiterar que cada programa específicamente diseñado para las particularidades y las necesidades de cada persona.

–¿Cómo ayudáis a prevenir su consumo?

–La prevención general cuando se habla del ámbito de las drogodependencias se diferencia entre distintos tipos de prevención. Comúnmente lo que la población entiende como prevención sería lo que los técnicos llamamos prevención universal, es decir, esa que llega a toda la población, como por ejemplo, una campaña o los talleres de los colegios.

Después, está lo que sería la producción indicada, que consiste en trabajar específicamente con una parte de la población que consideramos que está más en riesgo por características familiares, personales, porque han empezado ya a consumir alguna sustancia… Aquí ya existe un tipo de prevención indicada, que es una aproximación muy interesante porque nos ayuda a ahorrar.

Hay estudios que plantean que por cada euro invertido en prevención nos ahorramos cinco en tratamiento. Es muy adecuado trabajar desde la dirección indicada con una población de riesgo que se considera poro que está en riesgo. La manera de trabajar con ellos sería bastante individualizada. Sería como una especie de tratamiento, pero entendido la desde la prevención y trabajando con personas que todavía no hayan notado dependencia, pero que consideramos que tienen muchas papeletas para hacerlo en el futuro.

–¿Cómo es el papel de los familiares?

–Asumen un papel fundamental, porque los familiares, cuando se trabaja con adolescentes, son parte de la solución, entre otras cosas, porque su hijo les va a necesitar. Esta es una de las cosas que intentamos explicar a los padres o tutores desde el primer minuto.

Normalmente, un adolescente cuando llega a un tratamiento de este tipo suele tener poca conciencia del problema. Esto es entendible si nos ponemos un poco en su lugar esas edades, por lo que una de las cosas que me plantean los padres tal es convencer a los chicos de venir.

–¿Qué se considera abuso de alcohol?

–Cuando hablamos de abuso, tanto con el alcohol como en cualquier sustancia, habría que plantear que comienza cuando empieza a ver una afectación en la vida cotidiana de la persona, ya pueden ser consecuencias físicas, consecuencias psicológicas, consecuencias en el ámbito laboral, en el ámbito de pareja, en el ámbito relacional, en el ámbito personal como riesgo, etcétera

El consumo abusivo no solo se da por una frecuencia de consumo, que obviamente es importante, pero es más importante la afectación que tiene en la vida de las personas. Si una persona bebe una copa sólo y coge el coche y tiene un accidente, pues obviamente existe un consumo abusivo. Después, hay otras personas que pueden tener un consumo más o menos controlado y que no generen ciertos problemas.