Italia prohíbe la venta de carne artificial, el primer país europeo en hacerlo

Veto rotundo de Italia a los alimentos sintéticos, como la carne artificial.

El Parlamento del país transalpino se convirtió este jueves en el primero de toda Europa en aprobar una ley que prohíbe la producción y venta de este tipo de productos, penalizando su comercialización con multas de entre 10.000 y 60.000 euros, o el 10 % del volumen de negocio en el caso de ingresos superiores a 60.000 euros.

Impulsada por el Gobierno de Giorgia Meloni, que considera que no hay todavía suficientes estudios científicos que respalden la seguridad de este tipo de comestibles y sus aportes nutricionales, la intención de la norma, asegura el Ejecutivo, no es «persecutoria», sino que trata de proteger la «salud» y el «medio ambiente».

«Queremos proteger la salud pública y evitar el desempleo. Existe un riesgo de injusticia social con los alimentos sintéticos, con una sociedad en la que los ricos comen bien y los pobres, no», justificó el ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, al aprobar el proyecto de ley el pasado marzo.

Por su parte, el ministro de Sanidad, Orazio Schillaci, argumentó que la decisión se ha tomado como una manera de «salvaguardar» el patrimonio y la cultura agroalimentaria del país, «basada en la dieta mediterránea». «La ley contra los alimentos sintéticos es significativa: se basa en el principio de precaución porque en la actualidad no hay estudios científicos sobre sus efectos. Garantizamos el máximo nivel de protección de la salud de los ciudadanos y la salvaguardia del patrimonio de nuestra nación», apuntó, recoge Efe.

La oposición, por su parte, duda que haya suficientes conclusiones científicas como para justificar su absoluta prohibición y señala que la norma puede contravenir el principio de libre circulación de mercancías en la Unión Europea si se prohíbe también la comercialización de alimentos sintéticos elaborados en otros países.

Enfrentamientos

El debate sobre la ley en la Cámara de Diputados, que ha ido posponiéndose por las dudas sobre su encaje en la legislación europea, estuvo acompañado de enfrentamientos en las afueras del Parlamento entre partidarios de la norma convocadas por Coldiretti, la mayor asociación de ganaderos y agricultores del país, y opositores.

El Gobierno de Meloni ha firmado ya cuatro decretos para ofrecer más información a los consumidores sobre alimentos que «no se encuentran en la dieta tradicional» y que, entre otras medidas, obliga a los supermercados a separar las harinas fabricadas con insectos del resto de los productos.