Día Mundial
40 años del descubrimiento del SIDA, el extraño virus que puso en alerta al mundo y no tiene cura
Este patógeno se ha cobrado en el mundo más de 40 millones de vidas y ha infectado a 39 millones de personas
El SIDA, a pesar de ser una de las enfermedades más contagiosas y peligrosas de los últimos tiempos, tardó mucho en descubrirse. En la década de los 80, en 1981, un grupo de médicos neoyorquinos comenzó a ver que un grupo de pacientes «con características comunes» poseían una enfermedad poco común nunca vista. Este patógeno no tardó mucho en extenderse por el mundo, en octubre del mismo año llegó al Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
Las primeras alertas de la «enfermedad de las cuatro H» –se acuñó el término por los homosexuales, heroinómanos, hemofílicos y haitianos– se lanzaron en Estados Unidos dos años antes de su registro como enfermedad, después de que varios facultativos especializados comenzaran a notificar en Nueva York afecciones raras como neumocistosis y sarcoma de Kaposi en jóvenes homosexuales sanos.
Los médicos, desesperados por la situación, puesto que no entendían el origen de estas afecciones «oportunistas» en hombres jóvenes que estaban sanos, sacaron su propia teoría. Meses después, los estadounidenses empezaron a hablar de una «epidemia entre hombres homosexuales y consumidores de droga». En ese momento la enfermedad sin nombre se comenzó a propagar. En septiembre de 1982 ya tenía nombre.
Pasaron los años, y gracias a la unión de los científicos de todo el mundo lograron averiguar que se trataba de un virus desconocido que afectaba gravemente al sistema inmunológico de la persona que se infectaba. En ese preciso momento comenzó la carrera contra el SIDA –síndrome de inmunodeficiencia adquirida–, cuyo primer paso fue identificar cuáles eran los patógenos implicados.
En 1983 se descubrió su linaje
Según documenta la plataforma científica Genotipia, en 1983, Francoise Barré-Sinoussi, una viróloga francesa, y sus compañeros Jean-Claude Chermann y Luc Montagnier publicaron el primer documento del retrovirus VAL, que creían que causaba la enfermedad. Sin embargo, aunque se acercaron al origen, investigadores estadounidenses aseguraron que «no habían acertado», por lo que sacaron ellos su propia teoría.
En 1984, Estados Unidos, obcecados con ganar la carrera, notificaron que Roberto Gallo, virólogo y especialista en virus carcinogénicos, había descubierto un nuevo retrovirus denominado HTLV-3, posible causante del SIDA. Cuando examinaron las pruebas, determinaron que los tres científicos franceses tenían razón, puesto que Val y HTLV-3 eran el mismo virus.
Con el hallazgo, aunque parecía que la lucha entre los investigadores de los dos países había acabado, se intensificó. Tanto Estados Unidos como Francia querían la patente, pero ¿quién lo había descubierto antes? La respuesta fue sencilla, en 1987 nombraron a Barré-Sinoussi y a Gallo «padres» del virus del VIH, uno de cada país.
Este nombramiento fue considerado algo «injusto», pero se solucionó en 2008, cuando, al estudiar el caso, los expertos consideraron que los franceses realmente fueron los primeros en analizar y descubrir el retrovirus. Ese mismo año, ganaron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina al descubrir el virus de la inmunodeficiencia humana más agresivo.
Después de su descubrimiento y reconocimiento, los casos no han dejado de aumentar en todo el mundo. Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, a finales de 2022 había aproximadamente 39 millones de personas que vivían con el VIH, dos tercios de ellas (25,6 millones) en la Región de África del organismo de la Organización de las Naciones. Además, este extraño virus se ha cobrado en el mundo más de 40 millones de vidas.
Una transmisión silenciosa
Gracias a la medicina y a la ciencia, se pudieron averiguar muchas cosas de la «enfermedad de las cuatro H», entre ellas los síntomas y la forma de transmisión.
Detectaron que signos de la infección por el VIH difieren según el estadio en que se encuentre. La enfermedad se transmite más fácilmente en los primeros meses posteriores a la infección, situación que supone un riesgo, ya que muchos pacientes no saben que están contagiados hasta las fases más avanzadas. Esto sucede porque en las semanas posteriores a haber contraído el virus, algunos casos no manifiestan ningún síntoma.
Síntomas principales de la enfermedad
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Erupción cutánea
- Dolor de garganta
Sin embargo, si la infección no se detecta a tiempo, el sistema inmunitario comienza a disminuir progresivamente. En este periodo pueden aparecer otros signos como inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos.
Por otro lado, en ausencia de tratamiento pueden brotar enfermedades graves como la tuberculosis, meningitis por criptococos, infecciones bacterianas graves, cánceres como los linfomas o el sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer de piel. Además, el VIH hace que empeoren otras infecciones, como la hepatitis B, la hepatitis C o la viruela del mono.
Contagios a pesar de los tratamientos
La cura contra el SIDA aún no se ha descubierto, pero existen diversos tratamientos que han eliminado el patógeno de los pacientes. Tres personas han logrado deshacerse de este fatal virus gracias a la ciencia y medicina. La última, que se sometió al mismo método que los anteriores, fue una mujer que recibió células obtenidas de un cordón umbilical.
El número de infectados con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) aumentó casi un 31 % en 2022 con respecto al año anterior en la Unión Europea (UE) y el Espacio Económico Europeo (EEE), pero se mantiene por debajo de los niveles prepandémicos.
Según el último informe difundido, se registraron 22.995 casos en 2022, 5,1 por cada 100.000 habitantes. Cifras que representan un 3,8 por ciento menos que en 2019. Aunque las cifras se vayan «controlando» las mayores subidas interanuales se produjeron en Chipre, con un 24 %, y Estonia (19 %). Sin embargo, Eslovenia registró el aumento más moderado de todos los países miembros, con sólo un 2 por ciento.
Famosos con SIDA
- Freddie Mercury murió el 24 de noviembre de 1991. El cantante llevaba tiempo luchando contra la afección. Un día después de comunicarlo públicamente se lo encontraron sin vida en su mansión con una bronconeumonía.
- Aunque esta enfermedad se asocie a los hombres, no es cierto. La modelo Gia Carangi murió a los 26 años de edad tras contraer el Virus de la Inmunodeficiencia Humana
- Otro caso muy sonado fue el de Magic Johnson, una de las figuras más importantes en el mundo de la NBA. Según detalló, se infectó de la enfermedad tras mantener relaciones sexuales sin protección con una mujer. El deportista aún sigue con vida.
- Conchita Wurst, que ganó el Festival de Eurovisión en 2014, también tiene SIDA. No tenía pensado comunicarlo, pero un exnovio le amenazó con difundirlo por redes sociales.