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Enfermedades de Transmisión Sexual

Entre un 20% y un 30% de los casos de infertilidad tienen que ver directa o indirectamente con las ETS

Existen 357 millones de casos anuales de enfermedades de transmisión sexual y más de un millón adquiridas cada día en el mundo

Protegerse durante las relaciones sexuales es una de las recomendaciones que la mayoría de los jóvenes escuchan hoy en día durante su adolescencia. Sin embargo, no todos saben identificar cuáles son las consecuencias a largo plazo de no utilizar protección. En este sentido, cabe destacar el desconocimiento actual que existe sobre la infertilidad y cómo las enfermedades de transmisión sexual (ETS) pueden afectar en la capacidad de formar una familia en un futuro.

Según la doctora Federica Moffa, directora médica de la clínica de fertilidad Fertilab Barcelona, «entre un 20 % y un 30 % de los casos de infertilidad tiene que ver directa o indirectamente con las infecciones por ETS».

Moffa explica que estar infectado por una ETS puede provocar una obstrucción de las trompas en las mujeres o los conductos deferentes en los hombres, dando lugar a una esterilidad de tipo mecánico. En este sentido, la especialista resalta que, a día de hoy, aproximadamente un 90 % de los casos de infertilidad de tipo mecánico «tiene que ver con infecciones por Chlamydia», en la mayoría de casos, asintomáticas. Otras ETS como la gonorrea –aunque en menor medida–, o una infección por Ureaplasma también pueden ser la causa de un problema de infertilidad.

Sin embargo, no todo tiene que ver con una falta de protección, sino que también está relacionado con un buen estado de la microbiota de los órganos reproductivos y con una ausencia de enfermedades que afectan «el buen funcionamiento de estos órganos, como la vaginitis».

Prevenir y actuar rápidamente

La opción más segura es siempre la prevención. Aunque la infertilidad por ETS no siempre dura toda la vida y cabe la posibilidad de que el sistema reproductivo vuelva a la normalidad, es imprescindible cuidarse, ya que sufrir infecciones recurrentes por enfermedades de transmisión sexual puede «aumentar las posibilidades de ser infértil», aclara la doctora Moffa.

Según los datos que proporcionan desde Fertilab Barcelona, la infertilidad por ETS afecta sobre todo a la población más joven, concretamente entre los 20 y los 30 años, que es justamente la franja de edad en la que el cuerpo está más preparado para concebir un bebé. En este sentido, las ETS son una de las causas, entre otras, por las que uno de cada seis parejas son a día de hoy infértiles.

Según la OMS, existen 357 millones de casos anuales de ETS y más de 1 millón de ETS adquiridas cada día en el mundo, lo que denota un problema social ya no solo en lo que a infertilidad se refiere, sino también relacionado con la salud en general.

La doctora Federica Moffa destaca la importancia de actuar rápido en caso de sentir cualquier molestia y de hacer pruebas periódicas para descartar posibles enfermedades que puedan estar afectando la salud sexual y reproductiva. Cuánto antes se actúe y menos se prolonguen los efectos, «menos probabilidad habrá de que la enfermedad derive en una infertilidad», aclara la facultativa.

¿Qué sucede en el caso de enfermedades como el VIH?

En casos en los que la pareja es serodiscordante, es decir, uno de los dos tiene VIH, Hepatitis B o C entran en juego las clínicas de fertilidad a la hora de concebir un bebé. Según la doctora Moffa, cuando la persona es diagnosticada con alguna de estas enfermedades, ya no solo hay riesgo de infertilidad, sino también de «infectar a la pareja o de transmitir el virus al bebé».

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