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Pajitas de bambúFreepick

Estas son las consecuencias tóxicas de la prohibición de la UE a la pajita de plástico

Las pajitas de papel y bambú contienen trazas de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, que son nocivas para la salud humana

Las pajitas de papel y bambú, promovidas como alternativas ecológicas a las de plástico, contienen químicos potencialmente tóxicos denominados sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), según un nuevo estudio.

Estos «químicos eternos» pertenecen a un amplio grupo de más de 4.000 químicos sintéticos utilizados en numerosos productos por sus propiedades repelentes al agua y la grasa. Se encuentran en artículos cotidianos como sartenes antiadherentes y envases de comida rápida.

Los PFAS pueden permanecer en el ambiente durante miles de años, y la exposición a ciertos niveles de estos ha sido vinculada a problemas de salud en personas y animales.

Investigadores en Bélgica analizaron pajitas disponibles comercialmente de varios tipos y registraron concentraciones de PFAS en 39 marcas diferentes. Se descubrieron PFAS en casi todas las pajitas de papel y bambú examinadas. También se detectaron en pajitas de plástico y vidrio, aunque con menor frecuencia.

El ácido perfluorooctanoico fue el PFAS más común detectado en las pajitas. Su fabricación ha sido prohibida en la Unión Europea desde 2020 por razones de seguridad. Sin embargo, puede encontrarse en productos de consumo antiguos o reciclados y persiste en el medio ambiente.

Consecuencias para la población

La investigación indica que las mujeres embarazadas expuestas a estas sustancias pueden experimentar una reducción de la fertilidad y un aumento de la presión arterial. Sus hijos podrían enfrentar efectos en el desarrollo, como bajo peso al nacer, pubertad temprana e incluso un mayor riesgo de algunos cánceres.

La exposición a PFAS incluso ha demostrado comprometer la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones. En 2020, una investigación en Dinamarca encontró que la gravedad de las infecciones por COVID parecía agravarse por la exposición a algunos PFAS.

La exposición a PFAS también se ha relacionado con una capacidad reproductiva reducida en aves y el desarrollo de tumores y funciones inmunológicas y renales alteradas en otras especies animales.

Estos químicos están tan extendidos en el medio ambiente que es casi imposible para los humanos y la vida silvestre evitar la exposición a ellos. La exposición a PFAS puede ocurrir de varias maneras, incluyendo la inhalación de aire contaminado, el consumo de alimentos y agua contaminados, e incluso el contacto de la piel con polvo y partículas.

¿La solución?

Sin embargo, el uso de pajitas de acero inoxidable podría ofrecer cierta protección contra la exposición adicional a PFAS. El estudio belga no registró ninguna cantidad detectable de PFAS en este tipo de pajita.

Pero es importante señalar que, aunque las pajitas de acero inoxidable podrían reducir la exposición a PFAS, aún podrían exponer a las personas a otras sustancias nocivas como metales pesados. Algunos de estos metales, incluidos el cromo y el níquel, se han vinculado con problemas graves de salud que afectan el corazón, los pulmones, el sistema digestivo, los riñones y el hígado.

En el punto de mira de la UE

¿Fue peor el remedio que la enfermedad? Desde el 3 de julio de 2021, no puede haber productos de plástico de un solo uso como platos, cubiertos, pajitas, palitos de globos y bastoncillos de algodón en los mercados de los Estados miembros de la UE.

Además, la misma medida se aplica a tazas, contenedores de alimentos y bebidas hechos de poliestireno expandido y todos los productos hechos de plástico oxodegradable.

Los productos de plástico de un solo uso están hechos total o parcialmente de plástico y generalmente están destinados a ser utilizados una sola vez o durante un corto período de tiempo antes de ser desechados. Bajo la normativa europea, ciertos productos plásticos desechables para los cuales existen alternativas quedan prohibidos. También se introducen medidas específicas para reducir el uso de ciertos productos.

Más del 80 % de la basura marina son plásticos. Estos se acumulan en mares, océanos y en playas en la UE y en todo el mundo. Se encuentran residuos de plástico en especies marinas, como tortugas marinas, focas, ballenas y aves, pero también en peces y mariscos, y por lo tanto en la cadena alimentaria humana.