El Gobierno francés quiere prohibir los cigarrillos electrónicos desechables
El Ejecutivo reiteró también la prohibición en las escuelas públicas de la abaya, vestido femenino que cubre de la cabeza a los pies y que utilizan algunas mujeres musulmanas
El Gobierno francés quiere dar una vuelta de tuerca a la lucha contra el tabaco, a partir de la constatación de que el consumo ha aumentado, y tiene intención de prohibir los cigarrillos electrónicos desechables, que constituyen una puerta de entrada al hábito para los jóvenes.
En una entrevista emitida este domingo por la emisora RTL, la primera ministra, Élisabeth Borne, lo justifica porque «dan malos hábitos a los jóvenes. Se puede decir que no hay nicotina, pero es un reflejo y un gesto al que los jóvenes se acostumbran. Así van hacia el tabaquismo».
La primera ministra, que anunció la próxima presentación de un plan nacional contra el tabaquismo, lamentó que el consumo haya aumentado e insistió en que causa «75.000 muertos al año», una cifra «enorme».
Recordó que la fiscalidad sobre el tabaco, que ha aumentado este año, no volverá a subir el próximo, pero «eso no quiere decir que no estemos muy vigilantes» sobre el consumo.
El pasado 30 de abril, un colectivo de médicos especialistas en tabaco y defensores del medio ambiente lanzaron una petición para la prohibición de los cigarrillos electrónicos desechables, que llegaron al mercado francés en 2021 porque más allá de las consecuencias sanitarias, suponen un serio problema para el entorno porque contienen materiales plásticos y una batería de litio.
Por otro lado, Borne volvió a defender la prohibición general en las escuelas públicas en nombre del laicismo de la abaya, un vestido femenino que cubre de la cabeza a los pies ocultando las formas de la mujer y al que se reprocha estar siendo utilizando como signo de identificación de la comunidad musulmana.
La primera ministra señaló que aunque todo el mundo, sea cual sea su religión, tiene su espacio en Francia, «hay un principio, el laicismo. Y hay una ley que prohíbe llevar cualquier signo o vestido por el que un alumno manifiesta su pertenencia a una religión. La ley se tiene que aplicar a todos».
El viernes, el presidente francés, Emmanuel Macron, ya había advertido de que él y su Gobierno se mostrarían «inflexibles» en la aplicación de esa prohibición
«Un chico –argumentó Macron– va a la escuela para ser formado como un ciudadano, sea cual sea el origen, la religión, las creencias de los padres, de la familia. Por tanto, los signos religiosos están fuera de lugar y defenderemos con vigor este laicismo».