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Mfepristona

Una editorial de revistas médicas manda retirar estudios sobre los graves efectos de las píldoras abortivas

Los investigadores que analizaron las publicaciones estaban a favor del aborto. También forzaron el despido del autor principal

El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido se ha visto envuelto en una nueva polémica. Sage, una editorial académica de libros y revistas que da instrucciones al órgano sanitario del país y al Health Services and Managerial Epidemiology, ha pedido retirar una revista científica por explicar los graves efectos secundarios de las píldoras abortivas.

Los hechos se dieron después de que un británico, profesor de farmacia, alegase a la editorial que trabajar para un grupo provida –como hacen los facultativos– no es ético, ya que, según su propio criterio, sólo intentaban «integrar sus propios pensamientos» y constituía de algún modo un «conflicto de intereses».

Para más inri y con intención de que les retirasen todos los artículos publicados por la editorial, comunicó que los investigadores del estudio no habían revelado sus conexiones provida, por lo que seguramente los habría financiado el Instituto Charlotte Lozier, un centro que también asegura que «los medicamentos abortivos tienen riesgos».

Tras la queja, un grupo de revisores externos procedieron a revisar los escritos. Coincidieron en que los estudios presentaban deficiencias metodológicas. El problema se dio tras la orden de retirada, ya que se descubrió que los profesionales que había decidido quitar los ensayos eran científicos a favor de estas controvertidas prácticas. Igual que el profesor de farmacia.

El sesgo a favor de las perspectivas del lobby abortista de los investigadores se vio agravado con otro hecho. Según informa Infocatólica, en noviembre, mucho antes de que finalizara su decisión de retirar los estudios, James Studnicki, el principal investigador científico de los tres estudios sobre la píldora abortiva, fue «expulsado del consejo editorial de Health Services and Managerial Epidemiology», comentan.

Como consecuencia y tras conocer el veredicto, los autores del estudio han asegurado a Daily Wire que las retractaciones son «un esfuerzo motivado políticamente» para desacreditar la investigación por la que Matthew Kacsmaryk, juez estadounidense, decidió dar orden para suspender la aprobación de la mifepristona, el fármaco utilizado en la mayor parte de los abortos en los Estados Unidos.

A su vez, James Studnicki ha denunciado que las anulaciones de los documentos son «completamente injustificadas», puesto que el objetivo principal y por el que analizaron los estudio fue desacreditar la investigación científica que desafiaba el sesgo proaborto arraigado en el mundo académico.