Incógnitas sobre el cáncer de pulmón: ¿Debemos realizarnos todos las pruebas? ¿Cuál es la recomendada?
Esta enfermedad fue la principal causa de muerte por neoplasias malignas, con 1,8 millones de afectados
Sale a la luz un prometedor tratamiento contra el cáncer de pulmón resistente
Tener cáncer de pulmón y no tratarlo a tiempo puede costarnos la vida. Es por ello que los médicos siempre recomiendan realizar pruebas de detección. Estos exámenes, además de informar sobre una posible dolencia, sirven para detectar una enfermedad cuando no hay síntomas ni antecedentes. Herramienta que salva miles de vidas al año gracias a su efectividad.
Según los últimos datos, el cáncer de pulmón fue el más frecuente en todo el mundo, con 2,5 millones de casos nuevos. Estos representaron el 12,4 por ciento del total de casos nuevos. En España, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), este tumor será el tercero más diagnosticado este 2024. Solo le superarán las neoplasias malignas de colon y recto (44.294), mama (36.395), próstata (30.316) y vejiga urinaria (22.097).
En cifras, el tumor de pulmón fue la principal causa de muerte por cáncer (1,8 millones de muertes, 18,7 % del total de muertes por cáncer). Para evitar esto, ¿qué prueba debemos realizarnos? ¿Es adecuada para todos los ciudadanos?
En este sentido, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, han apuntado que la única prueba de detección recomendada para las neoplasias malignas de pulmón es la tomografía computarizada con dosis bajas (también llamada TC con dosis bajas). Sistema que, gracias a su eficacia, podría aumentar la tasa de supervivencia en más de un 80 % de los casos.
El funcionamiento es muy sencillo, rápido y nada invasivo. Durante el estudio de detección con LDCT, el paciente debe acostarse en una mesa mientras una máquina de rayos X. Una vez está preparado, esta comienza aplicar una dosis baja de radiación para producir imágenes detalladas de sus pulmones.
Quién se hace la prueba y sus riesgos
No todo el mundo debe someterse a las pruebas de cribado de cáncer de pulmón. Por ello, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos ha publicado en su web los pacientes que deben acudir a realizarse las pruebas TC con dosis bajas.
Según el documento, las personas que deben realizarse el tratamiento médico son aquellas con un antecedente de consumo de cigarrillo de 20 años-paquete (una cajeta de cigarrillos al día) y que fuman ahora o han abandonado el hábito en los últimos 15 años, y tienen entre 50 y 80 años de edad.
A pesar de que estos exámenes son seguros y eficaces, tienen tres riegos. En primer lugar, puede sugerir que una persona que posee la enfermedad cuando realmente está limpia. A esto se lo llama resultado falso positivo. Esta situación podría ser de riesgo, ya que los facultativos realizarían, en algunos casos, cirugías.
Además, es relevante saber que una prueba de detección de cáncer de pulmón puede identificar casos de cáncer en que posiblemente el cáncer jamás hubiera causado un problema en el paciente. Esto se denomina sobrediagnóstico. El sobrediagnóstico puede llevar a tratamientos que no son necesarios.
Por otro lado, la radiación emitida por las repetidas pruebas de TC con dosis bajas podría desarrollar tumores cancerígenos a personas sanas. Por ello, solo se recomienda realizar las pruebas a los adultos que presentan riesgos de presentar cáncer de pulmón por sus malos hábitos durante los años anteriores.