Filtros en redes sociales, ¿qué efectos tienen en la salud mental de los jóvenes?
La edad de los primeros retoques estéticos en España ha bajado de los 35 años a los 20 en los últimos años
Bailes tendencia, retos, imágenes modificadas... sin duda, las redes sociales forman parte fundamental de la vida digital de los más jóvenes. Desde su auge, son cada vez más los que se animan a, ya no solo compartir fotos o vídeos, sino a participar en retos, coreografías o cambiar su aspecto a través de filtros. Muchos de los contenidos que se consumen no son siempre reales. De hecho, el uso constante de filtros en las redes sociales se genera por la búsqueda de una perfección estética no real.
Según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), la edad de los primeros retoques estéticos en España ha bajado de los 35 años a los 20 en los últimos años. El estar continuamente observando una imagen de uno mismo que no es la real puede dar lugar al deseo de esa imagen, ya que el no conseguirla puede producir un malestar significativo e ineguridad.
Tal y como explica el informe de Qustodio, plataforma líder en seguridad online y bienestar digital para familias, Nacer en la era digital: La generación de la IA, los jóvenes españoles pasan 420 minutos a la semana conectados en las redes sociales, siendo el sector que más consumen. Esto implica que estén mucho más expuestos a todos los peligros de estas plataformas como puede ser la distorsión de la realidad.
La exposición a contenidos que parecen perfectos puede generar que los más jóvenes se comparen, cuestionen su cuerpo e ideen una imagen irreal del concepto de la «belleza». En este sentido, Gloria R. Ben, la psicóloga experta de Qustodio, explica que la exposición en redes sociales produce «una necesidad de satisfacer expectativas sociales», una aprobación externa, que genera «una dependencia de validación extrínseca», además de necesitar el «reconocimiento de los otros para satisfacer nuestras necesidades».
Problemas de los filtros según expertos
- Trastornos del estado de ánimo
- Dependencia de la aprobación externa
- Distorsión de la percepción de la belleza
- Déficit de autoestima
- Trastornos de la imagen corporal
Así, a modo de conclusión, la psicóloga experta apunta que el diálogo con los hijos, la observación, el poder ser críticos con la perfección, hablar sobre que todos tenemos fortalezas y debilidades y poder decir todo sin juzgar, permitirá a los jóvenes tener «confianza en sí mismos y no necesitar utilizar filtros para verse mejor».