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Cáncer de mamaCreative Commons

Estos pacientes con cáncer de mama pueden evitar la extirpación extensa de los ganglios linfáticos

El procedimiento tuvo una tasa de falsos negativos del 7 %, lo que significa que no detectó células cancerosas vivas en el 7 % de los casos

El cáncer de mama, una de las enfermedades más diagnosticadas en las mujeres, se puede eliminar de diferentes formas: cirugía, quimioterapia, terapia hormonal... Sin embargo, un grupo de científicos ha descubierto que los pacientes con esta neoplasia maligna que ha comenzado a diseminarse a los ganglios linfáticos de la axila pueden evitar con seguridad la extirpación extensa de los mismos si su tratamiento se adapta a su respuesta a las terapias anticancerígenas.

Así se ha expuesto en una presentación en la 14ª Conferencia Europea sobre Cáncer de Mama en Milán. Durante la misma, Annemiek Van Hemert, médico y estudiante de doctorado en el Departamento de Oncología Quirúrgica del Instituto del Cáncer Antoni van Leeuwenhoek-Netherlands en Ámsterdam ha comentado que si son capaces de predecir la respuesta basándose en la extirpación de un solo ganglio linfático, significa que pueden evitar «con seguridad» la extirpación extensa de los ganglios linfáticos «si no quedan células tumorales vivas».

Asimismo, ha añadido que aunque los médicos utilicen una serie de técnicas de estadificación para predecir la respuesta, hasta ahora «faltan datos sólidos» sobre los resultados del cáncer, especialmente en pacientes cuyo cáncer se ha extendido a más de tres ganglios linfáticos.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores llevaron a cabo un estudio en el que participaron 218 pacientes entre 2014 y 2021 para investigar los resultados del cáncer del protocolo MARI («Marcado de los ganglios linfáticos axilares con semillas de yodo radiactivo»). El protocolo se desarrolló en el Hospital AVL en 2014 y ahora se utiliza en varios hospitales holandeses. Esta presentación ofrece resultados después de cuatro años sobre la tasa de recurrencia del cáncer en los ganglios axilares, la supervivencia general de los pacientes y la supervivencia libre de enfermedad.

Para llevar a cabo el estudio, Annemiek Van Hemert ha explicado que se centraron en pacientes con una enfermedad de los ganglios linfáticos axilares más extensa. En este sentido, ha recalcado eran pacientes que sabían que tenían células cancerosas en más de tres ganglios. Para ello emplearon exploraciones FDG-PET/CT y evaluaron el alcance de la propagación del cáncer a los ganglios linfáticos. Tas ello, marcaron el ganglio linfático axilar más grande con una semilla de yodo radiactivo.

Después de esto, los pacientes se sometieron a un tratamiento sistémico primario: quimioterapia o terapias dirigidas que encuentran y atacan las células cancerosas. Luego se realizó la cirugía. Durante la cirugía, solo extirparon el ganglio linfático marcado, el ganglio MARI, y lo examinaron en busca de células tumorales vivas restantes.

Siempre que el ganglio MARI mostró que no había células tumorales residuales, es decir, una respuesta patológica completa (pCR) al tratamiento sistémico primario, «no extirpamos ningún ganglio linfático adicional», ha comentado la médico. Sin embargo, a los pacientes que tenían enfermedad residual en el ganglio MARI se les extirpó algún ganglio linfático.

El procedimiento MARI tuvo una tasa de falsos negativos del 7 %, lo que significa que no detectó células cancerosas vivas en el 7 % de los casos. Después de un promedio de 44 meses, la tasa de recurrencia del cáncer en los ganglios axilares fue del 2,9 % en los 103 pacientes que recibieron radiación sola sin extirpación adicional de los ganglios linfáticos: el 47 % de los 218 del estudio. Además, las tasas de supervivencia después de 44 meses en estos pacientes fueron excelentes

La tasa de recurrencia axilar en los 115 pacientes (53 %) que requirieron extirpación adicional de ganglios linfáticos fue del 3,5 %, con una tasa de supervivencia general del 90 % y una tasa de supervivencia libre de enfermedad del 82 %.

La experta también ha destacado que el tratamiento sistémico primario había mejorado mucho en los últimos años y que hasta el 70 % de los pacientes tratados de esta manera lograron una RCp, pero los cirujanos aún estaban extirpando todos los ganglios linfáticos axilares. «El patólogo decía: 'Bien, has extirpado 18 ganglios linfáticos y ninguno contenía células tumorales residuales'. Entonces esto planteó la pregunta: ¿hicimos lo correcto para el paciente al extirpar tantos ganglios con todas las complicaciones consiguientes?».

A modo de conclusión, la médico ha anotado que esperan que otros médicos piensen en implementar esta estrategia de reducción para que más pacientes con cáncer de mama se «beneficien de lo que hemos demostrado». Así, ha comunicado que la extirpación quirúrgica de los ganglios axilares se puede omitir de forma segura en alrededor del 80 % de los pacientes tratados con terapia sistémica primaria.