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La parálisis del sueño

Hommbre en la camaGTRES

Tener sueño puede hacer sentir a una persona 10 veces mayor

Sentirse joven como alerta son importantes para nuestra motivación para ser activos

Acostarse tarde, dormir menos horas de las necesarias, trasnochar... el cansancio puede estar presente en muchos momentos del día y esto puede perjudicar en la salud de las personas. Así lo explica una investigación de la Universidad de Estocolmo (Suecia), publicada en la revista científica Proceedings of the Royal Society B, que por primera vez ha desvelado que tener sueño puede hacer sentir a una persona diez años mayor, por lo que los autores recomiendan proteger el sueño para sentirse más joven.

En este sentido, los expertos aseguran que sentirse joven no es solo una cuestión de percepción, en realidad está relacionado con resultados objetivos en materia de salud. Estudios anteriores han demostrado que sentirse más joven que la edad real se asocia a una vida más larga y saludable. Incluso se ha demostrado que la edad subjetiva predice la edad real del cerebro, quienes se sienten más jóvenes tienen cerebros más jóvenes.

Así, Leonie Balter, investigadora del Departamento de Psicología de la Universidad de Estocolmo, ha firmado que dado que el sueño es esencial para la función cerebral y el bienestar general, decidieron comprobar si el sueño guarda «algún secreto para preservar la sensación de juventud».

En el primer estudio, se preguntó a 429 personas de entre 18 y 70 años cuán mayores se sentían, cuántos días del mes anterior no habían dormido lo suficiente y cuánto sueño tenían. Resultó que por cada noche de sueño insuficiente en el último mes, los participantes se sentían de media 0,23 años más viejos.

En un segundo estudio, los investigadores comprobaron si era efectivamente la falta de sueño la causa de que los participantes se sintieran mayores. Para ello, realizaron un estudio experimental de restricción del sueño en el que participaron 186 personas de entre 18 y 46 años. Los participantes restringieron su sueño durante dos noches –solo cuatro horas en la cama cada noche– y en otra ocasión durmieron lo suficiente durante dos noches, con nueve horas en la cama cada noche.

Tras la restricción del sueño, los participantes se sentían de media 4,4 años más viejos que cuando habían disfrutado de un sueño suficiente. Los efectos del sueño sobre la edad subjetiva parecían estar relacionados con lo somnolientos que se sentían. Sentirse extremadamente alerta estaba relacionado con sentirse cuatro años más joven de la edad real, mientras que la somnolencia extrema estaba relacionada con sentirse seis años mayor de la edad real.

Al hilo, Leonie Balter apunta que esto significa que pasar de sentirse alerta a somnoliento añadía «unos sorprendentes 10 años a la edad que uno sentía». Además, afirma que las implicaciones para la vida diaria son claras.

Por otro lado, comenta que proteger los sueños es crucial para mantener una sensación de juventud. Esto, a su vez, puede llevar a tener un ritmo de vida mucho más activo y fomentar comportamientos que favorezcan la salud, ya que tanto sentirse joven como alerta son «importantes para nuestra motivación para ser activos», concluye la investigadora.

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