Desarrollan una nueva técnica que permite estudiar el contenido graso de todas las células tumorales
Los investigadores consiguieron desarrollar un nuevo método utilizando un espectrómetro de masas para fragmentar los lípidos
El surgimiento del cáncer sigue siendo todo un misterio. Los investigadores aún no han logrado definir por qué se desarrolla, pero cada vez parecen estar más cerca. Los últimos en sacar a laluz resultados han sido los científicos de la Universidad de Surrey (Reino Unido) que gracias a sus estudios han logrado mirar dentro de una sola célula cancerosa y descubrir cómo se comunica con sus vecinas.
El estudio britanico, publicado en la revista Analytical Chemistry, tomaron muestras de células cancerosas vivas individuales ha conseguido medir los compuestos de lípidos grasos en su interior una a una. De esta forma, trabajando con socios de GSK y UCL, y desarrollando nuevos equipos con la empresa Yokogawa, el equipo vio cómo esas células se transformaban en respuesta a los cambios en su entorno.
Johanna Von Gerichten, de la Escuela de Química e Ingeniería Química de Surrey, explica que uno de los problemas con las células cancerosas es que «no hay dos iguales». Eso hace que sea más difícil diseñar «un buen tratamiento», porque algunas células siempre resistirán más el tratamiento que otras.
Al hilo, comunica, siempre ha sido muy complicado para los investigadores estudiar «células vivas después de haber sido extraídas de su entorno natural», con suficiente detalle para comprender realmente su composición. Por eso, asegura, es «muy emocionante» poder tomar muestras de células vivas bajo un microscopio y estudiar «su contenido graso uno por uno».
De esta forma, extrajeron células individuales de cáncer de páncreas de una placa de cultivo de vidrio utilizando el Single Cellome System SS2000 de Yokogawa. Este sistema extrae células vivas individuales utilizando pequeños tubos de aproximadamente la mitad del diámetro del cabello humano más delgado.
Al teñir las células con un tinte fluorescente, los investigadores pudieron monitorear las gotitas de lípidos –almacenamiento de moléculas grasas dentro de las células, que se cree que desempeñan un papel importante en el cáncer– durante todo el experimento.
Luego, en colaboración con socios de Sciex, los investigadores consiguieron desarrollar un nuevo método utilizando un espectrómetro de masas para fragmentar los lípidos en las células. Esto les informó sobre su composición. Gracias a este método, los investigadores lograron demostrar que diferentes células poseen perfiles de lípidos muy diferentes. También vieron cómo los lípidos en las células cambian en respuesta a lo que sucede a su alrededor.