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Las obras de The Line avanzanYouTube

Arabia Saudí «autorizó matar personas» para poder construir 'The Line'

Al menos un vecino del desierto fue asesinado y detuvieron a otros 47 por oponerse a abandonar las tierras donde residían

Un exagente de las fuerzas armadas de Arabia Saudí reveló que las autoridades sauditas otorgaron la «autorización para matar» a todas las personas que se resistieran a abandonar las áreas designadas para el proyecto 'The Line'. Estas revelaciones han añadido una nueva capa de controversia al proyecto Neom, que busca establecer una ciudad del futuro en el desierto saudí, especialmente después de que se informara sobre problemas en su financiación millonaria.

El excoronel Rabih Alenezi afirmó a la cadena británica BBC que sus superiores le ordenaron «limpiar el terreno» por donde pasaría la extensa construcción, incluso si eso significaba recurrir al uso de fuerza letal contra los habitantes de las tribus que residían en el desierto. De hecho, un residente del área murió a tiros por protestar contra el desalojo, un suceso que tanto el gobierno saudita como la dirección de Neom se han negado a comentar.

El tramo de 170 kilómetros de largo donde se llevará a cabo la construcción fue descrito como el «lienzo en blanco perfecto» por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán. Sin embargo, más de 6.000 personas tuvieron que ser desplazadas por el proyecto, según el gobierno, una cifra que el grupo de derechos humanos ALQST estima que es mayor.

Alenezi, quien se exilió en el Reino Unido el año pasado, advirtió que una de las órdenes específicas que recibió fue para la demolición de Al Juraiba, ubicada 4,5 kilómetros al sur de 'The Line'. Esta área estaba habitada principalmente por la tribu Huwaitat, que ha residido en la región de Tabuk, en el noreste del país, durante generaciones. Según Alenezi, la orden de desalojo se emitió en abril de 2020 y estipulaba que Huwaitat estaba conformado por «muchos rebeldes», por lo que «cualquier persona que continuara resistiendo debía ser asesinada», lo que autorizaba «el uso de fuerza letal contra aquellos que permanecieran en sus hogares».

El excoronel indicó que logró evitar cumplir con sus órdenes debido a problemas de salud inventados, pero que la misión siguió adelante de todos modos. Uno de los residentes locales, Abdul Rahim al-Huwaiti, fue asesinado a tiros después de negarse a permitir que las autoridades tasaran su casa, mientras que cientos de otros fueron encarcelados. El servicio de inteligencia saudita alegó en un comunicado que Al Huwaiti había abierto fuego contra las fuerzas de seguridad y que estas se vieron obligadas a responder. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y la ONU afirmaron que lo mataron simplemente por resistirse al desalojo.

Además, al menos otros 47 vecinos fueron detenidos por oponerse a los desplazamientos, y muchos de ellos enfrentaron cargos relacionados con el terrorismo. 40 de ellos siguen detenidos, cinco de los cuales están en el corredor de la muerte, según ALQST.

Las autoridades sauditas afirmaron haber ofrecido compensaciones a aquellos que tuvieron que trasladarse por el proyecto, pero las cantidades pagadas fueron mucho menores de lo prometido, según ALQST. Según Alenezi, 'The Line' representa la pieza central de las ideas de Mohamed Bin Salman, y por eso fue tan brutal al tratar con los Huwaitat.

Estas afirmaciones coinciden con las investigaciones realizadas por el grupo saudí de derechos humanos ALQST, que el año pasado publicó un informe en el que informaba sobre sus conclusiones sobre la construcción de 'The Line'. El informe concluyó que las autoridades sauditas desplazaron ilegalmente a las tribus locales sin una compensación adecuada y reprimieron violentamente a los que se opusieron pacíficamente.