Francia señala al cristianismo (y no al islam) para defender la neutralidad de sus administraciones

Francia es un país «laico», término con el se define a la separación entre el Estado y las religiones y en el que se prohíbe, según las normas del país galo, «cualquier injerencia en la vida» de las distintas confesiones presentes en Francia.

Aunque desde el Gobierno de la República hacen gala de estar ejecutando «un principio relacionado con la libertad», esto colisiona también con la libertad de expresión y de exhibir símbolos habituales para la cultura occidental, además de existir un doble rasero. Aunque sí que es cierto que se ha limitado el uso de vestimentas propias del islam en algunos centros públicos, se afea también la exhibición de símbolos a los cristianos.

El ejecutivo del país, presidido por el 'centrista' Emmanuel Macron, y concretamente el Ministerio de Justicia, lanzó hace unos meses una serie de vídeos parte de una campaña para reivindicar esa laicidad. En uno de ellos, se afea el comportamiento de un funcionario que porta varios símbolos religiosos. De hecho, se lleva a unos extremos ridículos, y es que el trabajador en cuestión porta un rosario al cuello y tiene una figurita de Jesús encima de la mesa.

En la escena, un joven acude al despacho del director del establecimiento público y le pregunta qué es esa figura que reposa sobre su escritorio. Este le responde: «Ah sí, este es Jesús. Ya sabes, Jesús, me da buena suerte, nos guía. También es buena suerte para ti, pero aún no lo sabes. E incluso si quieres puedes venir a la iglesia conmigo el domingo para conocer al cura. Podría hacerte muy bien».

Una alarma suena en el vídeo con el rótulo «STOP. ¿En qué estás pensando?». «Proselitismo y neutralidad entre los profesionales: En esta situación, ¿qué pasaría si llamáramos al RLC (Referente laico ciudadano)?»

Tras esto, una mujer explica que el director, como todos los profesionales de la estructura, «es una agente de servicio público y, por tanto, está sujeto al deber de la neutralidad. Por esta razón, está prohibido manifestar las convicciones religiosas durante el ejercicio de sus funciones por su vestimenta, por sus palabras o por su comportamiento. Para los agentes de servicio público, tener signos religiosos está absolutamente prohibido estén o no en contacto con el público». Subraya además que este tipo de comportamiento «está considerado como un acto de proselitismo y, por lo tanto, es censurable».

Señalamiento a los cristianos

Llama la atención que este tipo de spots se realicen poniendo en el ojo del huracán a los cristianos y no a otras religiones que, normalmente, hacen una mayor ostentación de su fe, como la musulmana o la judía.

También al hecho de que en el seno de Europa y de Occidente no se pueda tener un símbolo cristiano encima de una mesa de trabajo, sobre todo teniendo en cuenta que la religión católica es la mayoritaria, propia de alrededor del 48 % de los ciudadanos franceses, donde también destacan otros cristianos, como un 4 % de protestantes y un 1 % de ortodoxos, según datos del Eurobarómetro.

Con esto, el gobierno galo está renunciando a una parte muy importante de la cultura europea y dando alas a que quienes vienen de fuera no sepan adónde han ido a vivir. Con la eliminación de la religión del espacio público se fulmina una parte del sentido de Occidente, basado en fundamentos cristianos.