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Fachada de MufaceCedida

¿Qué ocurriría si desaparece Muface? Menos hospitales y un posible «colapso» del Sistema Nacional de Salud

Aseguradoras, sindicatos y médicos temen que el modelo caiga por falta de financiación y que las consecuencias afecten directamente a los pacientes

El ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, dirigido por José Luis Escrivá, debe pactar un nuevo concierto para Muface –la mutualidad de funcionarios civiles del Estado que gestiona sus prestaciones sociales– antes de que termine el año. Algo que se prevé duro debido a la insistencia de varias de las partes interesadas de aumentar el presupuesto para evitar la quiebra del modelo que acoge a más de dos millones de funcionarios.

Tanto las aseguradoras que prestan el servicio sanitario a los mutualistas (Adeslas, Asisa y DKV) como los sindicatos presionan para que se realicen cambios de calado, e incluso algunas de estas empresas de salud amenazan con no continuar en el sistema.

En concreto, tanto Adeslas como DKV justifican su posible abandono en una falta de financiación, que junto con la inflación y una mayor demanda de servicios está generando pérdidas en las compañías. Estas dos empresas prestan servicio a más de 700.000 personas que forman parte de Muface, es decir, cerca del 46 % de los mutualistas.

El CEO de Asisa subrayó en una mesa informativa llevada a cabo por El Debate que el concierto está entre el 40 y el 50 % por debajo de la financiación del sistema de gestión directa del Servicio Nacional de Salud, «con el agravante de que se nos exige, desde el punto de vista de cobertura, no solo la general del modelo del SNS, sino incluso coberturas que solo hay en determinados servicios de salud».

A estos problemas de financiación y amenazas de abandono de las compañías sanitarias se une la intención de Sumar, partido que ocupa el ministerio de Sanidad de la mano de Mónica García, de dinamitar el modelo. En su programa electoral se destacaba la voluntad de integrar a todos los beneficiarios de Muface y otras dos mutualidades de funcionarios –Mugeju e Isfas– en el Sistema Nacional de Salud (SNS), algo que la propia García ha llegado a negar al decir que no está en sus propiedades.

Consecuencias de la caída de Muface

Pero, ¿qué pasaría si Muface cae? Se trata de un modelo vigente desde la década de los 60 que acoge a cerca de dos millones de ciudadanos y que ya en 2008, coincidiendo con la crisis económica, comenzó a hablarse de su quiebra debido al progresivo envejecimiento de los funcionarios.

Según un informe realizado por la Cátedra de Salud Sostenible y Responsable de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) junto a ASPE (Alianza de la Sanidad Privada Española), la supresión del modelo supondría a la sanidad pública un impacto económico de más de 1.000 millones de euros al año al tener que absorber la asistencia de todos los mutualistas en el Sistema Público de Salud (SNS).

Esto llevaría, asimismo, a un incremento en un 266 % de las listas de espera para consulta externa y del 115 % para una intervención quirúrgica. A nivel de infraestructuras, todo según este informe, el sistema público precisaría de 3.975 camas adicionales, lo que supondría incrementar un 3,8 % la capacidad actual a nivel nacional, algo muy complejo para algunas provincias.

De igual manera, sería necesario incorporar más profesionales, algo que ya es de por sí difícil en el contexto actual de escasez del que adolece el sistema en su conjunto. En cuanto a las empresas aseguradoras, el trabajo asegura que perderían un 18 % de su facturación, mientras que los prestadores de servicios hospitalarios perderían un 8 % de sus ingresos.

Como consecuencia de estas pérdidas, estiman que muchos centros estarían abocados a cerrar. En concreto, creen que un total de 19 provincias verían reducida su oferta hospitalaria como resultado de esta migración de pacientes, la mayor parte de ellas de Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León.

«Ambos modelos tienen que coexistir»

«Si cada vez tenemos más listas de espera en la sanidad pública, que todos defendemos, incorporar a los mutualistas sería inviable, por lo que ambos modelos deben coexistir», considera Virginia Izura, vicesecretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y médico especialista en Neurofisiología.

Desde el el sindicato mayoritario de funcionarios, CSIF, Mari Carmen Espejo asegura que es «totalmente necesaria la prestación que realiza Muface de asistencia sanitaria a todo el funcionariado». El sindicato ya avisó hace unas semanas del descenso de los mutualistas adscritos al concierto sanitario de Muface, que baja por primera vez del 70 %. Algo que se debe, según Espejo, a que los cuadros médicos «se han ido recortando» porque la financiación «cada vez va siendo más baja, lo cual va en detrimento del servicio».