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Botellas de agua con el tapón unido al envasePaula Argüelles

¿Te molesta el tapón de la botella al beber? Este sencillo truco te solucionará el problema

El principal objetivo es reducir al mínimo «los efectos negativos de la generación y gestión de los residuos en la salud humana y el medio ambiente»

Desde el pasado 3 de julio es muy complicado encontrar un tapón que no esté amarrado a la botella. Su origen reside en una ley europea y su objetivo no es otro que facilitar el reciclaje. Aunque esta técnica es para algunos un acierto, lo cierto es que hay otro gran grupo que no lo termina de ver tan claro. Y es que, entre otras cosas, es un gran obstáculo para poder beber bien.

Abrir un refresco, un brik o una botella de agua para hidratarse se ha convertido en un gran resto para los europeos. Líquido por la nariz, en el suelo, por la ropa... beber se ha convertido en todo un deporte de riesgo. Muy pocas personas saben qué hacer con el tapón. Por ello optan por cortarlo o colocarlo en la nariz para así facilitar, en la medida de lo posible, la acción.

Cuando implantaron la norma, como es evidente, no publicaron ninguna guía de su uso. Sin embargo, es posible que todos lo hayamos estado haciendo mal. A pesar de ello, y aunque resulte casi imposible, Dave Bold, un hombre de Scottish Borders, un pequeño pueblo de Escocia (Reino Unido), ha publicado en su cuenta de TikTok la que podría ser la solución definitiva para acabar con todos estos problemas.

Tal y como publica en su vídeo, es tan fácil como abrir la botella, y en vez de llevar el tapón hacia atrás, pasarlo al otro lado y dejarlo pegado al cuerpo del envase. Luego, si se quiere cerrar la botella, hay que deshacer los pasos y volver a la posición inicial.

Qué ley dio luz verde a la medida

Aunque nos parezca nueva esta medida, lo cierto es que lleva dos años publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Según la directiva europea de 2019, los tapones deben permanecer pegados a sus botellas para garantizar que se reciclen junto al resto del envase. Esto ha sido reflejado posteriormente en la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.

Así, detalla el BOE, el principal objetivo es reducir al mínimo «los efectos negativos de la generación y gestión de los residuos en la salud humana y el medio ambiente». Asimismo, y en consonancia con los principios, buscan prevenir residuos, prepararlos para la reutilización, reciclarlos, emplearlos para otros tipos de valorización incluida la energética y por último, tratar de eliminar al máximo los residuos.