Retrasar la jubilación aumenta el riesgo de una mortalidad temprana, según un estudio de Fedea
Este riesgo de mortalidad temprana es mucho menor entre aquellos trabajadores que tienen acceso a mecanismos de jubilación parcial
retrasar la edad de jubilación aumenta el riesgo de una mortalidad temprana, de forma que demorar un año la salida del mercado laboral eleva significativamente el riesgo de morir entre los sesenta y los sesenta y nueve años, especialmente en los sectores y ocupaciones físicamente más exigentes y sujetas a un mayor nivel de estrés emocional y mental.
Así lo revela un estudio publicado este miércoles por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, en el que se afirma que este riesgo de mortalidad temprana es mucho menor entre aquellos trabajadores que tienen acceso a mecanismos de jubilación parcial, que les permite reducir sus horas de trabajo a partir de determinada edad utilizando el valor de un año de vida ajustado por calidad a los sesenta años.
En España, el estudio señala que un aumento de 0,46 años en la edad al morir se traducen una pérdida social valorable en ocho mil quinientos sesenta y cuatro euros por cada individuo.
Por otro lado, Fedea sostiene en este estudio que dicha reforma supone un retraso en la salida del mercado laboral, que genera en promedio una aportación adicional al sistema de pensiones y unos ingresos fiscales de mil novecientos veinticinco euros.