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Lavar la ropa antes de estrenarla reduce la exposición a productos tóxicos y cancerígenos

El poliéster, el elastano o la poliamida presentan una mayor concentración de metales pesados como el titanio y bisfenoles

Es normal comprar una prenda de vestir y querer estrenarlo el día siguiente. Aunque es un hábito usual, no es la mejor opción. Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) ha descubierto que lavar las prendas de vestir antes de la primera puesta reduce la exposición a productos tóxicos y cancerígenos.

Para dar con el resultado, los investigadores han estudiado la presencia de productos nocivos en la ropa de niños y embarazadas y han detectado una mayor presencia de compuestos tóxicos en las piezas confeccionadas con material sintético, mientras que en las fabricadas con tejidos orgánicos predomina un compuesto cancerígeno utilizado para evitar que la ropa se arrugue cuando se expone en la tienda.

Al hilo, los autores exponen que los resultados ponen de manifiesto la importancia de lavar la ropa antes de su estreno, ya que este sencillo procedimiento cotidiano reduce «significativamente la concentración de sustancias tóxicas». Además, reivindican la necesidad de endurecer la legislación que regula la presencia de compuestos químicos nocivos en la ropa.

Asimismo, añaden que la industria textil es «la tercera más contaminante del mundo» y la responsable «del 20 % de las aguas residuales del planeta», debido a los productos químicos que se utilizan en los procesos de fabricación. También, recuerdan, no solo tienen impacto en el medioambiente, sino que la comunidad científica los relaciona con «un incremento de patologías cutáneas y desajustes hormonales».

Según este estudio, las muestras de ropa sintética, como el poliéster, el elastano o la poliamida, presentan una mayor concentración de aminas, metales pesados como el titanio y bisfenoles en comparación con los tejidos de algodón.

Por ello mismo, Martí Nadal, uno de los investigadores del estudio, apunta que todos los compañeros consideran oportuno averiguar «qué contaminantes químicos hay en la ropa que compramos, especialmente en la que visten dos grupos de población vulnerables, como son las mujeres embarazadas y los niños».