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Un pitbull terrier

Así está la normativa que regula a los perros peligrosos y así quedará tras la ley de bienestar animal

Un pitbull ha vuelto a protagonizar un suceso al desfigurar la cara al hijo de su dueño este pasado sábado en Alcalá de Henares (Madrid)

Los considerados perros potencialmente peligrosos (PPP) continúan copando los titulares de las páginas de sucesos. El último se produjo el pasado sábado en Alcalá de Henares (Madrid), cuando un pitbull mordió al hijo de dos años de su dueño desfigurándole la cara. El pequeño presentaba varias heridas incisas en mejillas y cráneo, con desgarros.

Pero este tipo de situaciones se repite de forma cíclica en toda España: en un barrio Castellón, un perro siembra el caos tras atacar a varios vecinos; en Ontinar del Salz (Zaragoza), dos PPP atacaron a un sexagenario y mataron a su perro; y en Palencia un hombre de 78 años falleció después de que un can de grandes dimensiones le mordiera en el cuello.

Ante este tipo de sucesos, los ciudadanos se preguntan qué dice la ley al respecto. Lo cierto es que la ley específica que regula los PPP data de hace un cuarto de siglo y establece que depende de «una tipología racial, carácter agresivo, tamaño o potencia de mandíbula con capacidad de causar la muerte o lesiones». El listado de perros con esta consideración incluye las tipologías Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu, además de otras que han añadido las comunidades autónomas.

No obstante, la ley de bienestar animal, que entró en vigor hace un año, establece cambios al respecto. En cuanto se apruebe el reglamento que lo regule, la categorización de los PPP cambiará y los perros ahora considerados peligrosos podrán dejar de serlo si superan una prueba de aptitud. Según el borrador del real decreto, desde el ministerio se plantea que las razas puedan dejar de estar dentro de los PPP si el animal supera un test al que deberán someterse a los 12 meses de edad.

Esta prueba será realizada por profesionales del comportamiento animal y deberán ser inscritas en el registro de identificación del perro para que quede constancia. Según dicta la propuesta, aquellos canes que no hayan superado la prueba y que, por tanto, se considerarían potencialmente peligrosos, tendrán prohibida su reproducción, salvo en ciertos casos.

Dentro de este ámbito, solo podrán reproducirse los perros inscritos como reproductores en el momento de su identificación, algo que también aplicaría para los gatos.