Roger Tullgren
Subvencionan a un hombre por ser adicto al heavy metal: «Padezco discriminación»
El Tribunal de Hasslehölm, Suecia, falló en favor de Tullgren, que ahora recibe una pensión mensual de 400 euros para completar sus ingresos
Un hombre ha conseguido ser subvencionado por el Estado por ser adicto al heavy metal. Se trata de Roger Tullgren, sueco de 51 años, quien tras una década de batalla legal ha logrado que su adicción por este estilo de música sea considerada una incapacidad permanente que repercutía directamente en su rendimiento laboral.
El Tribunal de Hasslehölm, Suecia, falló en favor de Tullgren, que ahora recibe una pensión mensual de 400 euros para completar sus ingresos. La sentencia del magistrado a cargo del caso ha sido recogida por Francisco Trujillo, profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, a través de la red social LinkedIn, y relata que su fanatismo por el heavy metal le dificultaba mantener un trabajo a tiempo completo por su necesidad de asistir constantemente a conciertos.
«Llevo diez años intentando que se reconozca mi situación como una discapacidad. Hablé con varios psicólogos que determinaron que padezco una situación de discriminación», explicó el propio Roger Tullgren en unas declaraciones recogidas por el semanario británico NME.
Tres psicólogos diferentes avalaron la petición de incapacidad de Tullgren y determinaron que su tremendo fanatismo por el heavy metal era tan abrumador que se había convertido en una 'adicción', por lo que el Estado le permitió llevar una ocupación a media jornada, completándole el sueldo por su incapacidad. Así Tullgren podía escuchar música en el trabajo y acudir a los conciertos a los que estaba enganchado. Cabe destacar que solo en el año 2006 acudió a 300 conciertos.
Actualmente, Tullgren trabaja a tiempo parcial como lavaplatos en un restaurante local. «Este empleo le permite combinar su pasión por el heavy metal con su vida laboral, ya que su jefe le permite vestir su ropa favorita y escuchar su música preferida mientras trabaja. Además, su salario se complementa con la pensión que recibe, asegurando que pueda llegar a fin de mes sin preocupaciones», explica el citado profesor.