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Avión sobre la Antártida

Sociedad

La razón por la que nunca podrás volar sobre la Antártida

Las condiciones climatológicas tan extrañas condicionan la seguridad de los trayectos para los pasajeros y la tripulación del avión

Una de las experiencias más espectaculares que pueden vivirse es volar en avión pudiendo observar el horizonte. Pero si sobrevuelas ciertos lugares, quizás no acabes guardando un buen recuerdo.

La Antártida es un lugar fascinante, sin embargo, los pilotos de aviones comerciales tratan de evitar sobrevolarlo por distintos motivos, prefiriendo realizar viajes más largos, como puede ser dirigirse a Australia desde Sudamérica.

La razón principal por la que ocurre esto es mantener la seguridad en los vuelos. Según una regla de 1953 establecida por la Organización de Aviación Civil Internacional, los aviones bimotor solo pueden recorrer trayectos a una distancia máxima de 60 minutos de un aeropuerto. Esta norma es fácil cumplirla si sobrevolamos el continente europeo o el americano pero, prácticamente imposible, a pesar de que se ha ampliado con el tiempo a 180 minutos, en zonas deshabitadas.

La Antártida es muy remota y carece de infraestructura adecuada para la aviación comercial. No hay muchas pistas de aterrizaje, y las que existen son principalmente para uso científico o militar. Además, si un avión tuviera que desviarse o hacer un aterrizaje de emergencia, no hay instalaciones médicas, de mantenimiento o de rescate cercanas.

Debido a la lejanía y las condiciones extremas, cualquier operación de rescate en la Antártida es extremadamente complicada. La logística y el tiempo para llegar a un lugar de emergencia en caso de un incidente con un avión serían enormes, poniendo en peligro tanto a los pasajeros como al personal de rescate.

Otro motivo por el que se trata de evitar estos lugares es por las temperaturas extremadamente bajas (hasta los -70 º C). Esto hace que las partes del motor y los sistemas hidráulicos pierdan rendimiento. Además, las intensas rachas de viento y tormentas incrementan el riego de accidente.

Por otro lado, el polo sur magnético, que se encuentra en la región antártica, puede afectar los instrumentos de navegación de los aviones, lo que plantea desafíos adicionales para sobrevolar la zona. Los sistemas de navegación basados en magnetismo pueden ser menos precisos cerca de los polos.