La escasez de enfermeros en España aumenta y ya faltan 123.000 para alcanzar la media de la UE
Esta escasez de personal afecta a todos los niveles asistenciales, pero en especial a la Atención Primaria, el área más desatendida en un sistema sanitario orientado al ámbito hospitalario
La situación de la enfermería en España sigue rezagada en comparación con el resto de Europa, con una tasa de solo 6,3 enfermeros por cada mil habitantes. Para alcanzar el promedio de países vecinos, el sistema necesitaría 123.000 enfermeras más, una carencia que también presenta disparidades importantes entre las comunidades autónomas: por ejemplo, Navarra duplica la cifra de profesionales en comparación con Murcia.
Este escenario ha sido resaltado por el Consejo General de Enfermería (CGE) en su reciente informe 'Radiografía de la profesión enfermera. Informe de Recursos Humanos 2023'. Dicho estudio revela un empeoramiento con respecto al informe anterior, que ya alertaba sobre la falta de 95.000 enfermeras.
España cuenta actualmente con alrededor de 345.000 enfermeros, pero solo algo más de 306.000 están en activo, es decir, no están jubilados y son quienes realmente atienden a la población. Según el secretario general del CGE, Diego Ayuso, casi 50.000 de ellas tienen entre 55 y 64 años, lo que implica que muchas se jubilarán en los próximos diez años, generando aún más vacantes. Las comunidades más afectadas por esta previsión de retiro son Andalucía, Madrid, Cataluña, Castilla y León, el País Vasco y la Comunidad Valenciana.
A nivel europeo, España se encuentra entre los países con menos enfermeros por habitante, con una tasa de 6,3, frente al promedio europeo de 8,83. Algunos países, como Noruega, Austria e Islandia, llegan incluso a triplicar la cifra española. Esta carencia coloca a España en la sexta posición por la cola en Europa, solo superando a Polonia, Rumanía, Chipre, Eslovenia y Bulgaria. De hecho, únicamente Navarra supera la media europea con una tasa de 8,87, mientras que otras regiones como Murcia (4,8), Galicia (5,13) y Andalucía (5,52) se sitúan muy por debajo, generando lo que el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, describe como una «inequidad de cuidados».
Esta escasez de personal afecta a todos los niveles asistenciales, pero en especial a la Atención Primaria, el área más desatendida en un sistema sanitario orientado al ámbito hospitalario. En la actualidad, 184.164 enfermeras trabajan en hospitales, lo que representa el 77 % del total, mientras que Atención Primaria requiere al menos el doble del personal disponible, estimado en 42.000, para alcanzar los estándares europeos.
Ante esta situación, muchas enfermeras deciden buscar oportunidades laborales en el extranjero. En 2022, 1.473 profesionales solicitaron documentación para trabajar fuera del país. Los destinos más populares son Noruega, Estados Unidos y Reino Unido, debido a la percepción de mejores condiciones laborales. Aunque en España se considera que existe pleno empleo en enfermería, con una tasa de paro del 1,09 %, los contratos precarios y de corta duración afectan a muchas profesionales, que se ven obligadas a encadenar empleos temporales.
El problema principal no radica en la demanda, sino en la oferta de formación. En 2023, unas 43.871 personas solicitaron plazas para cursar el grado en Enfermería, pero solo 10.532 lo consiguieron debido a la falta de plazas, lo que evidencia la insuficiente oferta educativa. Aunque el número de plazas ha ido aumentando progresivamente, con 2.171 adicionales en la próxima convocatoria, sigue siendo insuficiente en un país con una población envejecida y con alta prevalencia de enfermedades crónicas. Por ejemplo, se ofrecieron solo 92 plazas en Geriatría y 351 en Salud Mental.
Por último, la profesión enfrenta otra amenaza en el ámbito académico: el 42 % del personal docente en las facultades de Enfermería tiene más de 50 años, y los requisitos estrictos de acreditación de la ANECA dificultan la incorporación de nuevos profesores, poniendo en riesgo la formación de futuras generaciones.