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Un pero y tres gatos en un jardínEFE

Las mascotas ayudan a superar el duelo, aunque ellas también sufren

Convivir con un animal tiene numerosos beneficios, desde un aumento de la felicidad hasta mejoras en la salud física y mental

La pérdida de un ser querido deja un vacío difícil de superar, y en ese proceso el acompañamiento de una mascota, como un perro o gato, es una de las opciones más recomendadas. Estos animales son compañeros sociables y empáticos que, con el tiempo, llegan a conocer muy bien a sus dueños, detectando su estado de ánimo y percibiendo cualquier cambio en ellos. Su lealtad es incondicional, y estarían dispuestos a proteger a su familia, tanto humana como animal, con su propia vida.

Imke Marks, empresaria alemana y fundadora de Mooiza, una línea de complementos naturales de alta calidad para mascotas, comprende bien los beneficios de convivir con ellas y promover su bienestar. Según explica, incorporar un perro o gato en la vida diaria es una decisión importante y valiosa. Incluso sugiere que quienes no estén seguros pueden empezar colaborando como voluntarios en refugios de animales, experimentando la conexión con ellos sin asumir de inmediato la responsabilidad a largo plazo.

Convivir con una mascota tiene numerosos beneficios, desde un aumento de la felicidad hasta mejoras en la salud física y mental:

  • Acariciar un perro o gato ayuda a relajarse y reduce la frecuencia cardíaca, y además se liberan endorfinas, proporcionando una sensación de bienestar.
  • Los perros son compañeros fieles y brindan compañía constante.
  • Fomentan una rutina activa, animando a sus dueños a salir a pasear.
  • Representan una responsabilidad diaria, alguien a quien cuidar y atender.
  • Facilitan la socialización, ayudando a conocer personas nuevas.

No obstante, Marks destaca que antes de integrar una mascota en la familia, es esencial tener en cuenta ciertos aspectos:

Aunque una mascota no sustituye a un ser querido, puede ayudar a aliviar el dolor, ofrecer cariño y darle sentido a las actividades diarias.

Es fundamental preguntarse si realmente nos gustan los perros o gatos, si contamos con los recursos necesarios para su bienestar, si nuestra vivienda permite mascotas, si alguien en casa tiene alergias, y si estamos dispuestos a dedicar tiempo y esfuerzo a su educación y cuidado.

Elegir una mascota que se adapte a nuestro estilo de vida es crucial. Esto implica considerar el nivel de actividad que estamos dispuestos a asumir, el tiempo y espacio que le dedicaremos, y quién se hará cargo en nuestra ausencia. Además, es preferible adoptar una mascota en lugar de comprarla, promoviendo así el bienestar animal.

La pérdida también afecta a la mascota

Las mascotas también pueden experimentar tristeza y cambios de conducta cuando pierden a un miembro de su familia o a otra mascota en casa. Esta pérdida puede influir en su comportamiento, y es común notar en ellas:

  • Cambios de conducta, que pueden incluir nerviosismo, apatía, tristeza o incluso ladridos o aullidos repetitivos.
  • Pérdida de apetito, menos interés en jugar o realizar actividades.
  • Mayor demanda de afecto y atención de los otros miembros de la familia.
  • Búsqueda de prendas o lugares que mantengan el olor del ser querido, recordando actividades o sitios favoritos que compartían juntos.
  • Inseguridad o miedo en situaciones en las que antes se mostraban tranquilos, como los paseos.

Para consolar a una mascota en duelo, Marks aconseja «tratarlas como trataríamos a un familiar o amigo». Esto incluye darle más cariño y atención, pero sin agobiarla, o mantener las rutinas, aunque variando un poco, como explorar una ruta diferente en sus paseos. Esto ayuda a crear nuevas experiencias y a reducir los recuerdos dolorosos.

Asimismo, recomienda realizar actividades nuevas y positivas junto con la mascota, como visitar una tienda de mascotas para elegir un juguete o pasear en un parque diferente.