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Las bolsas de nicotina son la alternativa de negocio de las tabacaleras ante la persecución al tabacoMEDIA COMMONS

El snus blanco y las bolsas de nicotina: ¿son realmente lo mismo?

Se trata de productos desconocidos en la sociedad. De hecho, se piensa que continúan siendo igual de nocivos para la salud que el cigarrillo convencional

El tabaco convencional está pasando a un segundo plano. Ahora, en una época de desarrollo y avance tecnológico, están ganando terreno nuevas técnicas como el vapeo, el cigarrillo electrónico o las desconocidas bolsas de nicotina, una sustancia que ha logrado reducir las tasas de tabaquismo del 15 % en 2018 al 5,6 % en 2024.

Según el informe 'Quitting Strong: New Zealand's Smoking Cessation Success Story', Suecia es un referente mundial en la lucha contra el tabaquismo. En los últimos 60 años, el país ha reducido el porcentaje de personas fumadoras del 49 % al 5,6 % en 2022. Este éxito se debe a la adopción de productos de nicotina sin combustión, como el snus (bolsas de tabaco), el vapeo y las bolsas de nicotina. Hoy, solo el 5,6 % de los adultos suecos fuma, comparado con niveles mucho más altos en otros países europeos. Suecia está a punto de ser el primer país en lograr ser «libre de humo».

Gracias a estas técnicas, el país ha reducido sus tasas de cáncer en un 41 % respecto al promedio europeo. Además, las muertes relacionadas con el tabaco sacan una diferencia del 50 % al resto de territorios de la Unión Europea. Esto se debe a que los suecos consumen nicotina sin combustión, evitando los tóxicos que se generan en el tabaco de combustión (cuando este se quema).

Las bolsas de nicotina y el snus siguen siendo productos desconocidos en la sociedad. De hecho, se piensa que estas dos sustancias continúan siendo igual de nocivas para la salud que el cigarrillo convencional. Pero, ¿es realmente así? ¿Cuál es la diferencia entre ambas?

«La ciencia hay que saber interpretarla y leerla. No todo vale», explica la científica de la empresa 'British American Tobacco' (BAT), en entrevista con El Debate. Así, apunta que lo que diferencia las bolsas de nicotina del snus es que, a pesar de lo que se cree, «no tienen tabaco, solo nicotina extraída».

Por el contrario, ambos productos tienen una gran similitud: la reducción de daños para el ser humano es muy pequeña. «El cáncer de pulmón se ha reducido», comenta Carolina, «y por eso decimos que las bolsas de nicotina deberían tener el mismo nivel de aceptación», puesto que la nicotina «no es cancerígena. Y está comprobado científicamente».

¿Por qué no se aprueba en España?

Aunque el consumo de nicotina es similar en Suecia y en España, con un 23,6 % y un 25,3 % respectivamente, la tasa de tabaquismo en nuestro país es mucho mayor: el 24,5 % de adultos fuma frente al 5,6 % en Suecia, territorio que tiene además un 28 % menos de muertes por cáncer de pulmón.

En España, por ahora, esto es impensable, aunque existen «productos sin tantos riesgos». Esto ocurre, asevera la experta de BAT, porque se le está dando «una publicidad muy negativa». Además, destaca que es un producto que aunque no está regulado por la ley de tabaco, «sí está regulado como productos de consumo, lo que asegura su seguridad». Por ello, añade, llevan la etiqueta «M», que indica que son aptos solo para mayores de 18 años.

Por último, la experta explica que «el futuro se orienta hacia la reducción del daño». Por ello, sostiene, «no se pueden prohibir estos productos, ya que ello conduciría a la creación de un mercado negro, como ha ocurrido en Australia con el vapeo». En ese país, las políticas restrictivas no han dado los resultados esperados, lo que sugiere que las prohibiciones estrictas «no son tan efectivas como permitir el acceso a alternativas de menor riesgo», concluye el estudio. Por ello, piden a las autoridades que se basen en estudios, les escuchen y den oportunidades a estos productos.