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Laboratorio

Más de 300 frascos con virus mortales desaparecen de un laboratorio de Australia

Las autoridades han iniciado una investigación sobre la vulneración con la esperanza de descubrir exactamente cómo se perdieron

Un misterio sin resolver sigue inquietando al mundo científico australiano. En 2021, alrededor de 320 frascos que contenían virus mortales vivos desaparecieron de un laboratorio por una grave violación de los protocolos de bioseguridad. Aunque todo apuntaba a un robo, el laboratorio aún no ha concluido si fueron destruidos o sacados de un almacenamiento seguro, por lo que el caso sigue abierto.

Según informa Newsweek, la brecha se descubrió en agosto de 2023. Para esa fecha, ya faltaban casi 100 viales que contenían el virus Hendra, que es mortal. Dos de los viales contenían hantavirus, y 223 viales contenían muestras de lyssavirus.

El virus Hendra podría ser uno de los más agresivos. Este patógeno, que se descubrió por primera vez a mediados de los 90, infectó y mató a varios caballos en Australia. Estos animales pasaron el virus a los humanos, de los cuales sobrevivieron muy pocos, puesto que tiene una tasa de mortalidad del 57 %. Por su parte, el hantavirus es transmitido por roedores y puede causar el síndrome pulmonar por hantavirus (SPH), que tiene una tasa de mortalidad de alrededor del 38 %, mientras que el lyssavirus es similar a la rabia y también tiene una tasa de mortalidad muy alta.

Estos patógenos son de origen animal, y, aunque puede matar a los humanos, la infección, que no se propaga, generalmente requiere «la contaminación de la mano con la boca», explicó al medio Jones, profesor de virología de la Universidad de Reading en el Reino Unido.

Qué pasó realmente en Australia

Las alarmas saltaron después de que el congelador del Laboratorio de Virología de Salud Pública de Queensland se estropeara y las muestras desaparecieran de su sitio. «Esta es la parte que más nos preocupa», reconoció el ministro de Sanidad. Los tubos de ensayo fueron trasladados a otro espacio en funcionamiento, pero nunca llegaron a su destino final.

En un intento de calmar a la población, Nicholls expresó que «no hay nada que sugiera que hayan sido extraídos del laboratorio». En segundo lugar, apuntó, «no tenemos ninguna prueba» de que el virus Hendra haya sido utilizado «como arma de ningún modo en ningún laboratorio de investigación». Asimismo, expuso que todo este tipo de investigación se lleva a cabo en secreto, pero no tienen constancia de que se haya utilizado «como arma».

Al hilo, anotó que es complicado concebir un escenario en el que el público «pueda estar en riesgo», ya que las muestras de virus se degradan a una gran velocidad, por lo que ahora mismo serían «inofensivos para los humanos». Además, sostuvo que «no se han detectado casos de Hendra o Lyssavirus entre humanos».

Tres años después, las autoridades han iniciado una investigación sobre la vulneración con la esperanza de descubrir exactamente cómo desaparecieron estos virus y qué impidió el descubrimiento de lo sucedido, apunta Newsweek.

Por su parte, Nicholls dijo en un comunicado que «ante una violación tan grave de los protocolos de bioseguridad» y la «posible pérdida de muestras de virus infecciosos», Queensland Health debe investigar qué ocurrió y cómo evitar que vuelva a suceder.