La directora del Centro contra el Cáncer se niega a dimitir por su gestión y culpa al Gobierno de falta de medios
Los trabajadores habían denunciado escasez de medios y situaciones límite y se había acusado a la dirección de gastar un millón de euros en arte
Terremoto en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Varios periódicos nacionales han publicado en los últimos días varias informaciones polémicas sobre la gestión de sus fondos, como el gasto de un millón en un proyecto para comprar arte mientras algunas de sus infraestructuras están obsoletas y los trabajadores del centro reclaman mayor inversión.
Ante esto, la directora científica del CNIO, María Blasco, ha tendido un encuentro con digital con periodistas para hablar de las críticas contra su gestión que han hecho algunos directores del centro.
Blasco ha dicho que en ningún caso va a dimitir de su cargo y que será el Patronato del CNIO el que tiene que decidir si ha que continuar o no. Igualmente, admite que el CNIO siempre necesita invertir en equipación para renovar sus equipos pero, lamentablemente, para ello cuenta con una asignación pública anual limitada de un millón de euros que es «claramente insuficiente» y que obliga al centro a elegir las compras «según las necesidades más urgentes».
Ha defendido que el CNIO es evaluado cada dos años «por un comité externo muy exigente que también nos guía en la toma de decisiones como qué grupos de investigación deben continuar o cuales deben irse», ha agregado. Su última evaluación fue en 2023 y este año volverá a emitir un nuevo informe, ha avanzado Blasco.
Sobre las críticas a la falta de equipación del centro, Blasco ha dicho que «siempre hay que invertir» pero con los fondos del CNIO «es imposible comprarlo todo», por eso «siempre se elige entre lo más urgente» y se decide «en un proceso tremendamente participativo» entre los responsables del centro.
Lamentablemente, este año el CNIO ha adquirido un espectrómetro de masas, que ha costado más de un millón de euros y que ha agotado los fondos, pero se trata de un equipo de primera línea en la tecnología de la proteómica y una adquisición muy importante que el centro tenía que hacer, ha explicado Fernando Peláez, director del programa de Biotecnología.
«Obviamente el centro necesita otros equipos esenciales como los microscopios confocales, pero precisamente por ese motivo este año hemos aprobado el alquiler de uno de ellos y, por supuesto, es una de las prioridades de compra en cuanto haya recursos disponibles», ha dicho Blasco.
La máxima responsable del CNIO también se ha referido a la iniciativa CNIO Arte y ha asegurado que el centro jamás ha invertido un euro en comprar obras de arte y ha explicado que esa iniciativa está financiada con donaciones que permiten que un artista haga una obra que después dona al CNIO, que es quien se beneficia de su exposición y su venta. Y de esta iniciativa, los recursos sobrantes -en colaboración con la iniciativa Amigos del CNIO- se destinan a la contratación de investigadores posdoctorales, ha aclarado Blasco.
Respecto a la financiación del CNIO, ha recordado que el centro se nutre básicamente de la subvención nominativa, una asignación que procede de los Presupuestos Generales del Estado y que está congelada desde hace veinte años, y ha detallado que los cuatro millones de euros de déficit del centro son consecuencia de haber estabilizado al personal eventual, una decisión «muy buena» que, no obstante, supone un aumento de gastos de personal para el centro.
Por último, respecto a los salarios de los investigadores del centro, el vicedirector Óscar Fernández Capetillo ha asegurado: «Los que conocen el CNIO saben que los responsables del centro llevamos años luchando por eso y hemos tocado a todas las puertas, pero normalmente todo termina en la de Hacienda». Para este investigador, aunque hagan falta más recursos y mejoras en el centro, los investigadores del CNIO son «unos privilegiados»