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El grupo de rock «Las Vulpes» interpreta una de sus canciones, durante su actuación en una discoteca madrileña en 1983EFE

España no aprende de los 80: «Mis amigos llevan pollos de coca en los bolsillos cuando vamos a tomar algo»

A pesar de los muertos que se llevó por delante esta gran pandemia de la droga, la última Encuesta sobre Alcohol y Otras Drogas en España (Edades 2024), advierte de un mayor consumo de cocaína

En la década de los años 80, toda una generación, aquella conocida como la de 'La Movida' fue devastada por las drogas. En el año 1983, en pleno auge de estas sustancias en nuestro país, el 91 % de los jóvenes españoles había probado «algún tipo de estupefaciente».

A pesar de los muertos que se llevó por delante esta gran pandemia de la droga, la última Encuesta sobre Alcohol y Otras Drogas en España (Edades 2024), presentada esta semana por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, advierte de un mayor consumo de cocaína, mientras que apenas revela cambios en el caso del alcohol, que sigue ocupando el primer lugar con una prevalencia estable.

Según este informe, el 13 % de las personas de entre 15 y 64 años afirma haber consumido cocaína en polvo al menos una vez en su vida, lo que refleja un notable aumento en comparación con años anteriores. En las últimas tres décadas, esta cifra ha experimentado un incremento del 282 %. Para ponerlo en perspectiva, en 1995, apenas el 3,4 % de la población de este grupo de edad reconocía haber probado esta sustancia, evidenciando un cambio significativo en los patrones de consumo a lo largo del tiempo.

Ángel Turbi, experto en la temática consultado por El Debate, ha explicado que «el consumo de cocaína, tradicionalmente se relacionaba con ciertos momentos/eventos festivos de clases sociales altas, debido a su alto precio en el mercado». Sin embargo, «esto ha cambiado».

«La relación oferta/demanda hace que el precio actual sea mucho menor, asumible por el ciudadano de nivel económico medio. Ello, junto a la accesibilidad casi inmediata a la compra de la sustancia, ha permitido que se normalice su consumo siendo para muchos jóvenes un elemento más de la diversión «fiesta» del fin de semana. Esta normalización hace que baje la percepción del riesgo y esto, a su vez, que se generalice el consumo», relata en declaraciones a este medio.

Te reconocen que se drogan y te dicen que les gusta hacerlo

Las consecuencias, lejos de ser únicamente físicas, también abarcan una cuestión social. Raquel tiene 24 años y relata a El Debate cómo su grupo de amigos se rompió por culpa del consumo de cocaína: «Teníamos un buen grupo. Estábamos muy unidos. El problema es que algunos de mis amigos fueron derivando hacia el lado malo de la vida, concretamente hacia el consumo de cocaína».

«Dejaron de juntarse con los demás, no venían a nuestros planes porque ya no les interesaba, porque no nos drogamos ni nos movemos en ese tipo de ambientes. Poco a poco nos fuimos dejando de juntar porque les interesan otro tipo de fiestas, otro tipo de planes y los nuestros ya les resultan aburridos», recuerda esta joven. «Cuando hablas con estos amigos, te reconocen que se drogan y te dicen que les gusta hacerlo. Hace poco uno de mis amigos sacó un pollo de cocaína del bolsillo mientras estábamos tomando algo en un bar. Y se rio», destaca.

Consumo de cannabis

Extremadura es, «con diferencia», la comunidad que tiene más consumidores de cannabis en el último año (23,1 %) y casi duplica la media nacional, que es de 12,6 %. Le sigue Canarias (16,1 %) y Aragón (15,6 %), mientras que las cifras más bajas las presenta Madrid (9,7 %) y Andalucía (10 %), además de las ciudades autónomas.

El inicio en la droga ilegal más consumida en España se produce a los 18,4 años, pero donde se hace a una edad más prematura es en Castilla-La Mancha (17,7) y Extremadura (17,9). En Baleares y Castilla y León esperan a los 19.

Respecto al consumo de esta sustancia, Turbi ha lamentado que «se ha normalizado totalmente el consumo de cannabis en población joven, sin que exista una percepción de riesgo real». A su juicio, «esta situación conlleva que dicha percepción se traslade a generaciones más jóvenes generalizándose su consumo».

Asimismo, ha añadido que «a esto hay que sumar que, en algunos casos, los propios adultos, muchos de ellos padres/madres de adolescentes actuales fueron (o son) consumidores, por lo que restan importancia y gravedad al consumo, siendo un factor más que contribuye a la normalización del consumo».

El consumo de alcohol

Tres cuartas partes de la población de 15 a 64 años (76,5 %) ha bebido en el último año, el 63,5 % en los últimos 30 días y el 10,5 % lo ha hecho diariamente. El primer contacto con el alcohol se produce de media a los 16,4 años, pero en la Comunidad Valenciana se adelanta a los 15,7, en Navarra a los 15,8 y en Asturias y Cantabria a los 15,9; mientras, en Melilla se retrasa a los 17,7, en Ceuta a los 16,9 y en Madrid a los 16,8.

A partir de ahí, el porcentaje de población que ha probado esta sustancia alguna vez en la vida supera en todas las autonomías el 90 % menos en Andalucía (88,9 %), las dos ciudades autónomas (63,9 % en Melilla y 73,1 %) por la «fuerte influencia» de la cultura musulmana, y Navarra (89,9 %). En los primeros puestos, la asturiana (97,5 %) y la valenciana (97 %).

En el último año, el 89,1 % de los valencianos ha bebido, y les siguen los aragoneses y asturianos (83 % y 82,9 %, respectivamente); en el otro extremo, más allá de Ceuta y Melilla, se encuentra Andalucía (69 %).