TikTok pide al Supremo de EE.UU. paralizar la ley que podría prohibir la plataforma
La plataforma y su matriz ByteDance apelan a la libertad de expresión y denuncian un daño económico y social irreparable
TikTok presentó este lunes una petición al Tribunal Supremo de Estados Unidos para que suspenda temporalmente la implementación de una ley federal que exige su desvinculación de ByteDance, su empresa matriz con sede en China. De no cumplirse este requisito, la plataforma podría enfrentar una prohibición total en territorio estadounidense a partir del 19 de enero, un día antes de que Donald Trump asuma nuevamente la presidencia.
El recurso fue interpuesto luego de que un tribunal de apelaciones rechazara la solicitud de TikTok y ByteDance de frenar la norma el pasado viernes. Ambas empresas argumentan que la ley vulnera la Primera Enmienda de la Constitución, que protege la libertad de expresión, y advierten que su aplicación podría cerrar una de las plataformas más populares para el debate público y la expresión personal en Estados Unidos. En el escrito, los demandantes instaron al Supremo a emitir una decisión antes del 6 de enero, dado que el tiempo apremia para evitar consecuencias irreversibles.
Según TikTok y ByteDance, la prohibición no solo privará a millones de usuarios estadounidenses de un canal esencial para compartir sus opiniones sobre temas políticos y sociales, sino que también supondrá un golpe económico devastador para pequeñas empresas que dependen de la plataforma para su publicidad y operaciones comerciales. La empresa asegura que el cierre generaría un «daño económico irreparable» en un ecosistema digital donde miles de emprendedores encuentran oportunidades de crecimiento.
Un conflicto geopolítico y de seguridad nacional
La ley fue aprobada por el Congreso y ratificada por el presidente Joe Biden en respuesta a crecientes preocupaciones sobre la seguridad nacional. Legisladores de ambos partidos sostienen que TikTok podría ser utilizado por el gobierno chino para recopilar datos sensibles de ciudadanos estadounidenses y manipular el contenido que los usuarios consumen, afectando potencialmente la opinión pública. Estas inquietudes han llevado a la administración Biden a endurecer las políticas contra aplicaciones de origen chino.
Donald Trump, quien durante su primer mandato intentó prohibir TikTok argumentando razones similares, expresó en su reciente campaña electoral que, de ser electo, buscaría una solución para preservar la plataforma en Estados Unidos. Sin embargo, desde su victoria en noviembre, no se ha pronunciado sobre este caso específico.
La disputa en torno a TikTok refleja una tensión más amplia en las relaciones entre Estados Unidos y China, particularmente en el ámbito tecnológico. El caso, que ahora está en manos del Tribunal Supremo, no solo determinará el futuro de la aplicación en el país, sino que también sentará un precedente sobre la regulación de empresas tecnológicas extranjeras y la libertad de expresión en la era digital.
Mientras tanto, millones de usuarios y pequeñas empresas estadounidenses permanecen en la incertidumbre, a la espera de una decisión que podría marcar el destino de una de las aplicaciones más influyentes de la última década.