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Imagen de la isla Tristán de AcuñaWikipedia

La historia de la isla más inaccesible del planeta: prácticamente aislada y con menos de 250 habitantes

  • La isla de Tristán de Acuña está situada en medio del océano Atlántico, a 2.792 kilómetros del puerto más cercano,

  • La única forma de llegar a ella es a través de una travesía de más de siete días en barco desde Ciudad del Cabo, en Sudáfrica

En la actualidad, siguen existiendo territorios diminutos en nuestra geografía que son prácticamente inexplorables. Un ejemplo es el de la isla Sentinel del Norte, uno de los territorios más hostiles del planeta y donde la presencia del ser humano actual es prácticamente imposible. Situada al este del golfo de Bengala, su exploración no ha sido posible debido a la actitud hostil de la población local hacia toda clase de visitantes y extranjeros.

Otra caso es el de la isla de Tristán de Acuña. Se trata de una diminuta isla localizada en medio del océano Atlántico. Situada a 2.792 kilómetros del puerto más cercano, la única forma de llegar a ella es a través de una travesía de más de siete días en barco desde Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.

Este islote, de no más de 207 km² de extensión, cuenta con la peculiaridad de que no tiene aeropuerto y que está ocupada por un inmenso volcán, nombrado «1961» como referencia al año en el que tuvo lugar su última erupción.

Imagen de varias casas situadas en la isla Tristán de AcuñaWikipedia

De los 245 habitantes registrados a día de hoy, 133 son mujeres y 112 hombres, siendo el bar –nombrado 'The Albatross'– la única manera de socializar. De hecho, la cifra de habitantes se ha ido manteniendo con el paso de las décadas, siendo 1969 –con 296 habitantes– el récord histórico de la isla.

«A menos que abandones la isla, pronto te darás cuenta de que las personas con las que vas al colegio serán las mismas con las que vivirás por el resto de tu vida», relató a la BBC Alasdair Wyllie, quien trabajaba como asesor en la isla.

Imagen aérea de la isla Tristán de AcuñaWikipedia

La influencia de Napoleón

Para descubrir los orígenes de la isla tenemos que remontarnos a 1506, año en el que el navegante portugués Tristão da Cunha la avistó por primera vez. Sin embargo, no sería hasta siglos después -año 1815- cuando los británicos establecieron una guarnición militar tras la derrota de Napoleón en Waterloo. El objetivo era que los franceses no pudieran utilizar la isla como base militar para intentar liberar al emperador, que en aquel entonces estaba exiliado en Santa Elena –a más de 2.000 kilómetros–.

Parte de la guarnición británica decidió quedarse años después, dando así inicio a la comunidad isleña. En 1875 el archipiélago fue oficialmente incorporado al Imperio Británico, y en 1950 se designó al primer administrador, un cargo que sigue siendo la máxima autoridad de la isla actualmente.