
Los resultados del estudio reflejan una tendencia al alza en la procrastinación y la dispersión
El 80 % de los españoles experimenta dificultades para concentrarse
Los ciudadanos pasan 4,5 horas distraídos y pierden la concentración, de media, nueve veces al día, hasta 11 en el caso de la Generación Z
En la actualidad, la necesidad de ser constantemente productivo, unida a una fuerte autoexigencia, ha convertido la eficiencia en una carga agotadora que roza lo insostenible. La productividad parece haberse convertido en un indicador de valor personal, lo que impacta negativamente en la salud mental, las relaciones interpersonales y la motivación. En lugar de disminuir, las listas de tareas pendientes se multiplican, generando una sensación de insatisfacción continua.
Para analizar este fenómeno, Juice Plus+ ha realizado un estudio sobre los hábitos de productividad en más de 12.000 personas de seis países: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España. El informe, titulado 'Concentración y productividad: Cómo gestionamos el tiempo', examina cómo la vida moderna, las numerosas obligaciones y las distracciones digitales afectan la capacidad de concentración.
Los resultados del estudio reflejan una tendencia al alza en la procrastinación y la dispersión. En España, 8 de cada 10 personas afirman tener dificultades para mantener la concentración. De media, los españoles se distraen 9 veces al día, cifra que asciende a 11 en la Generación Z. Una vez distraídos, tardan alrededor de 30 minutos en recuperar la concentración. Este tiempo aumenta en otros países: británicos y estadounidenses (34 minutos), alemanes (35), franceses (36) e italianos (36). Considerando que los españoles pierden la concentración nueve veces al día, esto equivale a 4,5 horas diarias de distracción.
En un mundo hiperconectado, las distracciones son constantes. Un tercio de los españoles menciona el teléfono móvil como la mayor fuente de interrupciones (34,6 %), seguido del estrés (35,5 %) y la multitarea (35,1 %). La falta de sueño también afecta la capacidad de concentración (33,9 %). El momento de menor concentración en la semana es el lunes a las 14:00 h, cuando las distracciones alcanzan su punto más alto.
Paula Saiz de Bustamante, bióloga y especialista en nutrición de Juice Plus+, señala que a pesar de las ventajas de la tecnología, «su uso excesivo afecta la concentración diaria, aumenta el estrés y altera el sueño». Aunque la distracción es un desafío, el 71 % de los españoles cree ser capaz de realizar varias tareas a la vez. Sin embargo, el 44 % admite sentirse abrumado por la cantidad de responsabilidades diarias y, aunque establecen un promedio de 13 tareas diarias, solo completan tres cuartas partes.
Estrategias para combatir las distracciones
Para recuperar la concentración, la mayoría de los españoles opta por tomarse un descanso (68 %), dar un paseo (45 %), comer algo (26 %) o consumir cafeína (25 %). Además, 4 de cada 10 consideran que trabajan mejor desde casa, ya que hay menos interrupciones (63 %), el ambiente es más tranquilo (58 %) y pueden concentrarse mejor (47 %).
Saiz de Bustamante destaca que «mantener hábitos saludables ayuda a reducir el estrés y mejorar la concentración». Recomienda establecer horarios regulares de sueño y trabajo, cuidar la alimentación, practicar actividad física y realizar ejercicios de respiración y meditación.
El teletrabajo también supone una ventaja, ya que permite ahorrar tiempo en desplazamientos. Con una hora extra al día, el 51 % de los españoles la dedicaría a la familia, el 36 % al deporte, el 29 % a la lectura y el 26 % a socializar.
Si bien más de la mitad de los españoles (53 %) reconoce que un buen descanso mejora su energía y claridad mental, solo el 30 % busca activamente productos que ayuden a la concentración, una cifra similar a la de estadounidenses (30 %), alemanes (27 %), franceses (25 %) y británicos (24 %), pero inferior a la de los italianos (36 %).
Saiz de Bustamante subraya la importancia de una buena nutrición: «En situaciones de estrés, el cerebro necesita más vitaminas del grupo B, que favorecen la función mental y reducen la fatiga. Además, sustancias como la cafeína y plantas adaptógenas como la rhodiola y la salvia ayudan a mejorar la concentración y la adaptación al estrés».
En un mundo donde la sobreproductividad es la norma, adoptar hábitos saludables y contar con el apoyo de nutrientes adecuados puede marcar la diferencia en nuestra capacidad de concentración y bienestar general.