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Plantas en el salón de una vivienda

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Hogar

La razón por la que se ponen marrones las puntas de las hojas de las plantas: así puedes evitarlo

Aunque las plantas pueden ser un elemento decorativo muy vistoso en nuestra casa, sus cuidados, en ocasiones, pueden traernos de cabeza

Las plantas son, paras muchos, un elemento decorativo indispensable en su hogar. No obstante, en ocasiones, sus cuidados pueden traernos más de un quebradero de cabeza ya que no conseguimos que su estado sea tan bueno como debería. Hojas que se caen, flores mustias o colores marrones y amarillentos que empiezan a salir por todos los tallos son signos de que algo no va bien y que la vida de la planta puede estar llegando a su fin pero, ¿qué se puede hacer en estos casos?

Puntas secas

Uno de los problemas más habituales que presentan las plantas de interior es la sequedad en las puntas de sus hojas, o incluso en la hoja entera, que se manifiesta con un tono amarillento o marrón. Esta situación puede darse por causas muy variadas:

  • Falta de riego. En el caso de que las hojas se muestren finas y quebradizas, lo más seguro es que la planta necesite agua. Cuando tiene poca agua, la planta necesita conservar la poca que puede y, para ello, deja caer las hojas con el fin de evitar la transpiración.
  • Exceso de riego. También puede ser que el exceso de riego haga que las hojas de las plantas se muestren amarillentas y marrones. En estos casos, más que un tacto quebradizo lo notaremos blando. Si ves que la maceta se ve encharcada, este es el motivo.
  • Luz solar. Tanto el exceso como la falta de luz solar puede hacer que las puntas de las hojas de nuestra planta adquiera tonalidades mustias. Si las manchas son más blancas que amarillas, lo más probable es que la falta de luz no permita a la planta realizar correctamente la fotosíntesis.
  • Deficiencias nutricionales. La deficiencia de nutrientes como nitrógeno, hierro o magnesio puede provocar el amarillamiento de las hojas. Por este motivo es importante usar un fertilizante equilibrado o específico para cada tipo de planta.
  • Temperatura inadecuada. La temperatura y la humedad también pueden hacer que las hojas de la planta no se vean sanas. Un humidificador puede ayudar.

Cuidar las plantas de interior puede parecer un desafío, pero con atención a sus necesidades y algunos ajustes en el riego, la iluminación y la nutrición, es posible mantenerlas sanas y vigorosas. Observar los síntomas que presentan sus hojas y actuar a tiempo marcará la diferencia entre una planta debilitada y una llena de vida. Si notas que las hojas comienzan a amarillear o secarse, revisa su entorno y aplica los cambios necesarios. Con los cuidados adecuados, tus plantas no solo sobrevivirán, sino que también embellecerán tu hogar durante mucho más tiempo.

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