Ley Bienestar Animal
La ley animalista obligará a tener asistencia veterinaria a pueblos en los que ni siquiera hay médico
El artículo 22 obliga a todos los ayuntamientos a contar con un servicio de urgencia para la recogida de animales extraviados y a prestar asistencia médica las 24 horas del día
Los médicos rurales son una especie en peligro de extinción porque cada vez hay menos especialistas que desean ejercer su profesión en lo que han venido a llamar la 'España vaciada'. Eso provoca a sus cada vez más escasos habitantes que no gocen de la atención médica necesaria.
Pues bien, mientras esa situación se da en los pueblos, desde los despachos de las ciudades se legisla una norma que obligue a estos lugares a garantizar una asistencia veterinaria continua y de 24 horas.
El artículo 22 del proyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales obliga a todos los ayuntamientos a «contar con un servicio de urgencia para la recogida y atención veterinaria» de animales extraviados y abandonados, que esté «disponible las veinticuatro horas del día».
La norma impone que «para llevar a cabo esta gestión y cuidados», «los municipios deberán de contar con un servicio propio, mancomunado o concertado».
Los municipios deben contar con un servicio de urgencia veterinaria disponible las 24 horas del día
Para aquellos municipios que se vean en dificultades para cumplir con lo que dicta la ley, se establece, eso sí, que puedan «suscribir convenios de colaboración con centros mancomunados, pertenecientes a otras administraciones o contratados». Pero no se informa de cómo financiarlo, dando a entender que deberán ser los consistorios quienes corran con los gastos.
Falta de médicos rurales
Mientras el Gobierno, a través de la mencionada ley, se afana en garantizar veterinario para los animales las 24 horas del día en los pueblos, lo cierto es que los habitantes de cientos de esos municipios observan cómo se quedan sin asistencia médica o tienen que desplazarse varios kilómetros para verle.
Y es que nuestros pueblos se quedan sin médicos: porque unos 4.500 profesionales se jubilarán en los próximos 5 años.
Esta situación dejará a muchos pueblos desasistidos y a la sanidad rural como la 'hermana pobre' de una Atención Primaria sumida en plena crisis.