China echa a los muertos al mar ante el colapso de sus cementerios: ¿se puede hacer en España?
El gigante asiático apuesta ya en su mayoría por la incineración, pero la tradición sigue mandando mientras los camposantos se quedan sin espacio
China ha sido recientemente desbancada por India como país más poblado del mundo al alcanzar los 1.425.775.850 habitantes. No obstante, el gigante asiático continúa acumulando muchos ciudadanos y comienzan a tener problemas en los que ya son uno de los barrios más superpoblados en las ciudades: los cementerios.
Las autoridades del país comenzaron a incentivar otras opciones al tradicional entierro el pasado abril, coincidiendo con la celebración de Qingming, una especie de día de Todos los Santos que dura un mes y en el que se limpian las lápidas de los difuntos y se queman ofrendas.
En China lo tradicional es, al igual que en otras culturas, la inhumación en tierra o nicho. Aunque las incineraciones ya han superado a los entierros, acaparando un 59 por ciento del total, la mayoría de familias optan por enterrar la urna, lo cual sigue contribuyendo al colapso de los cementerios.
Esto conlleva, asimismo, a una subida considerable de los precios, pudiendo ascender los costes del sepelio hasta los 13.2000 euros, según recoge The Guardian. Este medio, citando a las autoridades de Shanghái –ciudad más poblada de China–, pronostica que los espacios en los cementerios del país se agotarán de aquí a 15 años.
Esto empuja a las diferentes administraciones a fomentar otro tipo de homenajes a los fallecidos. Una de ellas es la de lanzar las cenizas al mar, una práctica que ya se realiza en otras zonas y que muchos territorios han terminado prohibiendo por su efecto sobre el medio ambiente.
Algunos poderes locales ofrecen dinero a quienes escojan esta manera de dar sepultura a sus familiares, de igual manera que bonifican a aquellos que entierren sus cenizas de forma ecológica utilizando urnas biodegradables.
Funeral masivo en el mar
Y, por lo que parece, estos entierros alternativos están calando entre la población china. Según explican desde el medio británico, el pasado mes de abril una oficina de asuntos civiles de Suzhou –ciudad situada en la costa este de China– fletó un barco para llevar a 190 familiares al mar para celebrar un 'entierro' masivo donde se despidieron de 79 seres queridos, recibiendo cada familia una ayuda de 2.000 yuanes (unos 264 euros) por participar.
Este tipo de despedidas rondan los 10.000 yuanes (1.319 euros), por lo que se trata de una opción mucho más barata que un entierro tradicional, si se cuenta además con la subvención. Teniendo en cuenta que los mayores de 60 años suman 264 millones de personas, un 18,7 % del total, este se puede convertir en un negocio en auge en China.
¿Se puede hacer en España?
Esta iniciativa que parece empezar a ser tendencia en el gigante asiático puede conllevar daños medioambientales. Por ello, muchas administraciones se han apresurado a regularlo para evitar el incremento de la contaminación de los mares y los océanos y poder así salvaguardar las diferentes especies marinas.
Por tanto, se puede decir que esta práctica está prohibida en nuestro país. Según lo consultado a la aseguradora Mapfre, únicamente se exceptúan de esta norma general los casos en los que se realice a través de una funeraria que cuente con los permisos necesarios o bien si se consigue una autorización específica de forma particular de parte de la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM) o el órgano que corresponda en la comunidad autónoma donde se pretendan arrojar los restos. Algo, por cierto, muy difícil de conseguir.
Por tanto, si nos despedimos de nuestros seres queridos tirando sus cenizas al mar desde un barco o desde un acantilado nos exponemos a una multa de hasta 750 euros.