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Imagen de una carabela portuguesa en CádizEuropa Press

Qué hacer si te pica una carabela portuguesa, la temida especie que ha llegado al Cantábrico

Más propias de aguas cálidas, su presencia se ha detectado ya en numerosas playas del norte de España, sobre todo en País Vasco y Galicia

Es una de las medusas más reconocibles debido a su forma y, a la vez, más temidas del panorama nacional español. La carabela portuguesa, no obstante, no es una medusa, sino un organismo colonial cuyos individuos se especializan para mantener viva la colonia.

Propia de aguas cálidas del planeta, hasta ahora era habitual verla en las regiones tropicales y subtropicales de los océanos Pacífico e Índico, así como en la corriente del Golfo atlántica. Sin embargo, el calentamiento de las aguas del Cantábrico ha propiciado que esta especie aparezca en playas de la costa norte española.

En concreto, la carabela portuguesa ha sido avistada este verano en todas las comunidades cantábricas: en País Vasco (como en las playas de San Sebastián, Zarauz, Fuenterrabía, Baquio o Guetaria), Galicia (San Jorge, Nigrán, Bayona, Ferrol), Asturias (Rodiles) y Cantabria (Virgen del Mar, Brazomar).

Las zonas más afectadas por la presencia de esta especie ha sido Guipúzcoa, seguido de diversas playas de Galicia. Y todo hace indicar que, ante el incesante incremento de la temperatura de este mar, se vaya expandiendo por el resto de la costa norte.

Cabe destacar que la carabela portuguesa, a diferencia de las medusas, no son organismos individuales, sino una colonia flotante. Su ciclo de vida comienza como un único pólipo fruto de la reproducción sexual (protozooide) que se alarga para incorporar otros pólipos (zooides) que darán lugar a una colonia.

Qué hacer si te pica

La picadura de la carabela es especialmente dolorosa y peligrosa. Por ello, desde Emergencias aconsejan, en primer lugar, retirar los restos de lamentos adheridos a la piel con ayuda de unas pinzas o de algún elemento rígido, como un carné o tarjeta.

Acto seguido, es importante limpiar la zona con agua salada, nunca con agua dulce, y poner hielo dentro de una bolsa para reducir la hinchazón y mitigar el dolor. Destacan que no se aplique vinagre, orina o alcohol a la picadura, ya que esto podría aumentar el riesgo de una posible infección.

El contacto con esta especie genera, según el 112, una intensa sensación de quemazón, picor e inflamación local, además de un dolor muy agudo que puede provocar un shock e incluso pérdida de la conciencia si la zona afectada es extensa. Igualmente se puede experimentar fiebre, sudoración, taquicardias, dificultades para respirar o entumecimiento muscular.

Es importante hacer caso a salvamento y no meterse en el agua en el caso de que esté izada la bandera roja. Asimismo, aunque esta falsa medusa se encuentre en la arena, es esencial no tocarla, y es que su veneno es tan potente que puede permanecer hasta 24 horas activo.