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Estas son las tres islas españolas sometidas a la lista de 30 islas renovables de la Unión Europea

Como parte del proyecto, recibirán apoyo del bloque, pero serán también supervisadas para garantizar que cumplen con los requisitos sostenibles de la UE

La Unión Europea ha confirmado la inclusión de tres islas españolas en una de sus últimas y ambiciosas iniciativas verdes, las «30 islas renovables para 2030». Este proyecto, que forma parte de un esfuerzo más amplio para promover la independencia energética y la sostenibilidad dentro del bloque europeo, ha seleccionado islas de 10 países diferentes de la UE, cada una en diferentes etapas de su transición energética.

Entre ellas figuran el Archipiélago Balear y dos islas de las Canarias, Isla de la Graciosa y La Palma, como representación de España.

La iniciativa fue anunciada por la Comisaria Europea de Energía, Kadri Simson, en el foro de islas de la UE en Saaremaa, Estonia, en junio de 2023. Y el proceso de selección, llevado a cabo por el secretariado de islas energéticas de la UE en consulta con la Comisión, tuvo en cuenta la geografía, el tamaño, el progreso en la transición energética y los sectores a transformar de cada isla.

El objetivo principal de esta iniciativa es permitir que estas islas decidan su propio camino hacia un sistema energético libre de carbono, recibiendo asistencia integral adaptada a sus necesidades específicas. Este enfoque «de abajo hacia arriba», según Simson, busca fomentar la innovación y la adaptabilidad, permitiendo a cada isla desarrollar y compartir las mejores prácticas con otras islas participantes.

Deberes y obligaciones

Para las islas españolas seleccionadas, este proyecto representa más una obligación que una oportunidad. A cambio del apoyo del bloque, se verán forzadas a mostrar un compromiso continuo con la transición hacia fuentes de energía renovable, lo que implica la implementación de proyectos específicos como la instalación de infraestructuras de energía renovable, incluyendo parques eólicos y solares, sistemas de almacenamiento de energía y mejoras en la eficiencia energética a merced de la Comisión Europea.

Además, estas islas deben cumplir con metas y plazos establecidos en sus planes de transición energética, lo que podría incluir alcanzar ciertos porcentajes de producción de energía renovable para fechas específicas. Siempre bajo intensa supervisión europea, ya que uno de los elementos clave será el seguimiento y reporte regular de sus progresos, proporcionando datos sobre la generación y el consumo de energía y el avance de los proyectos en curso.

La sostenibilidad y la protección ambiental son los pilares fundamentales de este proceso. Las islas deben garantizar que sus proyectos de energía renovable se implementen de manera sostenible, minimizando el impacto ambiental y respetando la biodiversidad local.

Además, se fomenta la colaboración y participación comunitaria, involucrando a la población local tanto en la toma de decisiones como en los beneficios económicos y sociales derivados de estos proyectos.

Con todo, el papel de estas islas no se limita solo a la transición energética. Está previsto que influya también en la educación, aportando concienciación sobre las energías renovables y la sostenibilidad entre sus residentes y visitantes.