El interés por el cambio climático cae 10 puntos en dos años

Pese a los intentos de adminitraciones y empresas de centrar los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático, este discurso parece no terminar de calar en la sociedad. Muchos ciudadanos ven este tema como uno más perteneciente a la órbita política. Así lo recoge la encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología de 2022, en la que se detalla que un 50 % de la población española sí lo ve como un problema muy grave, 10 puntos por debajo que en la edición de 2020 del mismo estudio.

Aunque la mayor parte de los españoles considera el cambio climático como un problema grave (27 %) o muy grave (50 %), la caída de 10 puntos porcentuales ha supuesto un motivo de alarma para algunos. Según detallan los investigadores del estudio, quienes juzgan el cambio climático como un problema menos grave son más propensos a decir que la naturaleza ha desempeñado un papel más importante que la acción humana.

En cuanto al perfil, se observan diferencias, como que aquellos que tienen estudios universitarios piensan que el cambio climático es un problema más grave que quienes no tienen estudios superiores. Por edades, los encuestados de 15 a 24 son los que más comprometidos están con el medio ambiente, seguidos de los de 35 a 44 años. Son los de 65 y más los que, en menor medida, piensan que este no es un problema grave. Por sexos, son las mujeres las que se muestran más preocupadas.

Si observamos otros datos, vemos que quienes tienen ingresos muy superiores puntúan con un 7,53 (en una escala de 10) el cambio climático como una amenaza grave. Esto supone la puntuación más baja con respecto a los demás estratos sociales, siendo los de ingresos superiores los que más se preocupan (8,22 puntos).

Por tamaño de la población, son aquellos que residen en localidades de 20.000 a 50.000 habitantes los que creen que se trata de un problema grave (con una puntuación de 8,25 sobre 10), mientras que quienes viven en pueblos de menos de 10.000 habitantes son los que menos preocupados están (7,86), casi a la par con los de ciudades de entre 100.000 y 50.000 residentes (7,87).

Activismo con el cambio climático

El activismo en favor del cambio climático también muestra un desgaste relevante. Solo un 9,4 % de los encuestados ha participado en alguna manifestación o protesta contra el cambio climático. El porcentaje aumenta algo si nos referimos a firmar manifiestos (27,3 %) o compartir imágenes de temática ambiental a través de redes sociales (22,8 %), pero siguen siendo igualmente datos muy bajos.

El 44,3 % afirman, por contra, que han comprado o dejado de comprar productos por cuestiones éticas o por cuidado del medio ambiente, mientras que casi la mitad de los españoles, el 46 %, reconoce no haber realizado ningún tipo de actividades en favor del medio ambiente.

Celia Díaz Catalán, profesora de la UCM y coautora del informe, explica a El País que «no es lo mismo» estar preocupado por el cambio climático que tener que llevar a cabo cambios efectivos, como pagar impuestos más altos por la energía y dejar de circular con el coche por los centros de las ciudades. «La ideología es determinante ante ese tipo de pensamiento», opina.

El CIS, a la contra

Pese a lo que recoge esta encuesta, llevada a cabo por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), que depende del Ministerio de Ciencia e Innovación, otra institución pública le lleva la contraria.

Hablamos del polémico Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), presidido por José Félix Tezanos, que en su encuesta de este mes de diciembre aseguró que el cambio climático es lo que más inquieta a los españoles, por encima de la guerra entre Israel y Hamás, por ejemplo.

Según la encuestadora pública, el 78,2 % de los entrevistados afirman estar mucho o bastante preocupados por esta crisis, frente al 19,4 % que asegura que les preocupa entre poco y nada. Unas cifras que contrastan con el 73,1 % de los entrevistados dice estar muy o bastante preocupado por la guerra en Oriente próximo frente al 11,2 % que dice que está entre «poco» y «nada» preocupado por este tema.