Qué es la niebla engelante, el fenómeno que tiñe de blanco varias zonas de España

Los últimos días, las nieblas y las bajas temperaturas, en ocasiones con valores bajo cero, han sido las grandes protagonistas de las noches en buena parte de la Península, como en Castilla y León, zonas de Castilla-La Mancha, Aragón o Cataluña. La presencia de un potente anticiclón hace que cada noche la superficie de la Tierra se enfríe –el calor no queda retenido porque no hay nubes– y el agua presente en el aire más cálido cercano al suelo se condensa.

Esto, combinado con las temperaturas gélidas propias de la época del año en zonas de ambas mesetas, interior de Cataluña o Aragón, genera lo que se conoce como cencellada. Esto, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), consiste en un depósito de hielo formado en general por la congelación de gotitas de niebla o de nubes subfundidas sobre objetos duros.

Ese mismo organismo define a la niebla engelante como aquella que se produce a temperaturas por debajo de 0 °C cuando las gotitas de niebla subfundida se congelan al entrar en contacto con el suelo u otros objetos para formar cencellada blanca. Además, cuando se produce a temperaturas por debajo de –10 °C, puede formarse niebla compuesta de cristales de hielo, debido normalmente a la congelación de las gotitas. Igual que el polvo de diamante, esa congelación da lugar a fenómenos ópticos, según la OMM.

Desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se da una explicación similar, que consiste en la congelación de esas gotitas cuando tocan objetos «los cubren de un depósito de hielo formándose cencellada, con paisajes que parecen nevados». Esa situación es la que llevan presenciando durante varios días los ciudadanos de Burgos, León, Palencia, Salamanca, Valladolid, Zamora, Segovia, Soria, Lérida, Huesca, Zaragoza, Cáceres o Badajoz, llegando la Aemet a emitir alertas debido al riesgo que este fenómeno causa, por ejemplo, en la circulación.

Los ingredientes principales para que se formen las nieblas engelantes son, según Meteored, temperaturas cercanas o inferiores a los 0 ºC –algo frecuente en muchas zonas del interior peninsular en invierno– y la presencia de nieblas con cierto desplazamiento horizontal, que también suelen ser habituales en jornadas con potentes anticiclones.

Diferencias con escarcha y cinarra

En estos días invernales es habitual que veamos nieblas engelantes, pero también otro tipo de fenómenos meteorológicos que no deben ser confundidos con el primero. Entre ellos, encontramos la tradicional escarcha o la cinarra, menos conocida.

La escarcha viene a ser lo que comúnmente también conocemos como helada. Se produce cuando el rocío que cae por la noche o el vapor de agua que hay en el aire se congelan, generando una capa de hielo sobre las superficies, como los coches, los tejados o el mismo suelo.

En el caso de la cinarra, estaríamos hablando de un tipo de precipitación sólida que suele aparecer en días con niebla, donde la temperatura es inferior a 0 ºC. Este término, según explican desde Meteored, es muy conocido en Aragón y otros puntos del norte de España, mientras que en otras zonas no se conoce.

El portal meteorológico aclara que está compuesta por pequeños gránulos de hielo blanco y opaco, de pequeño diámetro –inferior al milímetro–, que caen mucho más rápido que los copos de nieve, lo que viene a ser una llovizna convertida en hielo debido a las bajas temperaturas.