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Pueblo de Albarracín, en TeruelCreative Commons

Teruel podría ganar 2.000 hectáreas a Cuenca y cambiar el mapa autonómico

El Instituto Geográfico Nacional da la razón a la provincia aragonesa y, de aprobarse en el Consejo de Ministros, modificaría la linde entre Aragón y Castilla-La Mancha

La disputa territorial entre las provincias de Teruel y Cuenca ha finalizado al fin en torno a la titularidad de un monte de entre 2.000 y 3.000 hectáreas, ubicado cerca del nacimiento del río Tajo. En el trasfondo de este conflicto se encuentran los argumentos opuestos del Ayuntamiento de Cuenca, que sostiene que el límite provincial sigue el curso del Tajo, y el Ayuntamiento de Albarracín, que afirma que el territorio en disputa es de su propiedad y, por lo tanto, pertenece administrativamente a la provincia de Teruel, aunque esté más allá del curso fluvial.

Sin embargo, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha emitido un dictamen en el que finalmente da la razón a Teruel, que gana ese territorio a Cuenca.

Esta controversia se remonta a 1897, cuando representantes de ambas provincias intentaron sin éxito fijar la frontera interprovincial, la cual también marca el límite entre las comunidades de Aragón y Castilla-La Mancha. En 1909, otro intento de acuerdo fracasó y los límites provinciales en esta área se mantuvieron provisionales.

En 2022, los dos ayuntamientos involucrados en la disputa acordaron recurrir a la mediación del Instituto Geográfico Nacional (IGN). En su informe recientemente publicado, el IGN argumenta que Albarracín ha sido capaz de demostrar el ejercicio de la jurisdicción sobre los terrenos en cuestión «sin objeciones por parte del municipio de Cuenca». Además, el informe señala que, para llegar a su resolución, el IGN ha considerado la jurisprudencia establecida por el Tribunal Supremo y los dictámenes emitidos por el Consejo de Estado.

Si el dictamen del Instituto Geográfico Nacional (IGN) se estableciera definitivamente, lo cual aún está sujeto a la ratificación por parte del Consejo de Ministros, no solo se modificaría la línea divisoria entre Albarracín y Cuenca, sino también los límites entre las provincias de Teruel y Cuenca, así como entre las comunidades de Aragón y Castilla-La Mancha, que actualmente están definidos por el curso del río Tajo a su paso por El Entredicho. En su última sesión plenaria, el Ayuntamiento de Cuenca acordó por unanimidad impugnar la propuesta del IGN, sin descartar la posibilidad de recurrir a la vía judicial si fuera necesario.

Las diferencias sobre el límite entre ambas provincias y comunidades han sido objeto de discusión recurrente, especialmente en relación con la Vega del Tajo. En 1998, surgió un conflicto entre las dos comunidades debido a la intención de Castilla-La Mancha de aplicar su Plan de Ordenación de Recursos Naturales del Alto Tajo en la extensión en disputa. La franja en cuestión tiene una longitud de 12,7 kilómetros y una anchura máxima de 1,8 kilómetros, ubicada en el margen izquierdo del Tajo, cuyo nacimiento se encuentra en Frías de Albarracín.