Soluciones sostenibles
Radiografía del agua en España: el coste de una gestión insostenible
La gestión del agua se ha convertido en un elemento clave para el desarrollo de nuestro país, que afronta una de las sequías más pronunciadas de los últimos años
El agua es un componente vital para el progreso de cualquier sector socioeconómico. Sin embargo, según el I Estudio de Facsa sobre el modelo de gestión de agua, España es uno de los países con mayor estrés hídrico de la Unión Europea, solo por detrás de Malta y Bélgica. Tal y como apunta el informe Water for Nature, Water For Life, de World Wildlife Fund (WWF), que data de septiembre del pasado año, la sequía que atraviesa todo el continente europeo ha disparado los costes económicos, así como la pérdida de 62 000 kilómetros cuadrados de tierras de cultivo, una superficie equivalente al doble del país belga.
Todo ello está generando un grave perjuicio económico. Se estima que la pobre situación del agua causa en Europa hasta 9 billones de euros de daños al año. Y lo peor es que en un escenario donde las temperaturas aumenten 1,5 º C por el cambio climático, los costes se dispararían hasta los 25 billones de euros anuales.
España es uno de los territorios europeos que más agua consume para el riego de cultivos industrializados. En concreto, este gasto supone un 80,6 % de los recursos hídricos nacionales, lo que provoca que las precipitaciones por sí solas no sean suficientes para 'recargar' completamente los sistemas hidrológicos al ritmo que exige la naturaleza.
Además, cuando hablamos de todas las masas de agua dulce de nuestro país, tanto superficiales como subterráneas, según explica Enrique Segovia, director de conservación en WWF España, el 41 % de los ríos y humedales está en mal estado, tanto a nivel cualitativo como cuantitativo, y el estado de los acuíferos no es mejor: el 45 % de ellos no supera los estándares necesarios para considerar que se encuentran en un estado óptimo.
«En un futuro cercano nos espera un incremento claro de las temperaturas y un descenso de las precipitaciones anuales. Esto va a provocar un menor acceso a la disponibilidad de recursos hídricos. Por lo cual, lo que vamos a tener es una menor seguridad hídrica y una mayor incertidumbre», puntualiza Segovia.
Por ello, es necesario evaluar cuidadosamente el plan de gestión hídrica, tanto a nivel regional como nacional, para priorizar y dar soluciones a los retos a los que nos enfrentamos a día de hoy.
La gestión del agua en España
España ha experimentado una fuerte transformación en el sector del agua en los últimos 20 años y se han logrado importantes avances entre los que destacan la mejora del saneamiento de aguas residuales o el desarrollo de la reutilización del agua.
Esto en gran parte se debe al análisis del territorio. Son muchas las empresas y gobiernos, que en su misión de buscar soluciones sostenibles para su realidad hidrográfica tratan de conocer las necesidades reales de su territorio para dar con proyectos específicos que tengan un impacto suficiente.
Así lo explica, Carmen Gómez-Acebo, directora de sostenibilidad de Coca-Cola Europacific Partners Iberia, empresa que colabora en hasta 12 proyectos para devolver el agua a la naturaleza: «Nuestro objetivo en la gestión de agua tiene que ver con un cuidado muy eficiente dentro de nuestras fábricas. Asegurar la gestión eficiente con una serie de metas muy concretas, teniendo en cuenta el contexto hídrico de la zona en la que se encuentra la fábrica. Para ello analizamos el lugar en el que se van a situar nuestros centros a través de metodologías externas e internas. Proteger las cuencas hidrográficas que nutren de agua todas nuestras plantas y asegurar los recursos hídricos para todos es una prioridad».
Poner fin al estrés hídrico en España
¿Y hay un método para acabar con el estrés hídrico en España? Enrique Segovia apunta a tres pasos:
- Evitar la sobreexplotación. Es decir, ajustar los cultivos y la dotación y uso del agua a la disponibilidad. No gastar más de lo que necesitamos es indispensable para recargar acuíferos y humedales, entornos que nos ayudan precisamente a gestionar este recurso y disponer de él en periodos de escasez.
- Garantizar el buen uso del agua. Principalmente con esto se hace referencia a verificar que el agua en España no se utiliza de forma incorrecta, sancionando a todo aquel que utilice este recurso de manera ilegal y vigilar para que siempre que se emplee sea en las cantidades adecuadas.
- Custodia ambiental. El agua constituye un recurso compartido, esencial para el medio ambiente, la economía y la sociedad, que no es propiedad exclusiva de individuo alguno, sino que su preservación es responsabilidad colectiva. La administración adecuada del agua trasciende las fronteras de propiedades particulares, requiriendo una acción colectiva de todos los usuarios dentro de una cuenca hidrográfica.