Estos son los bosques más espectaculares de España

Los bosques desempeñan un papel fundamental en la armonía del medio ambiente y el bienestar humano. Funcionan como los pulmones de la Tierra, absorbiendo dióxido de carbono y liberando oxígeno. Además, albergan una rica diversidad de vida, brindando refugio y alimento a numerosas especies. Estos ecosistemas regulan el ciclo del agua, previenen la erosión del suelo y mantienen la calidad del aire y el clima. También sirven como fuente de recursos naturales renovables, como madera, alimentos y medicinas. Su preservación es esencial para combatir el cambio climático, proteger la biodiversidad y asegurar el sustento de las generaciones venideras.

Por todo ello, este jueves 21 de marzo se celebra en todo el mundo el Día de los Bosques, una jornada conmemorativa que se celebra anualmente establecida por Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de diciembre de 2012. Con esta jornada se intenta acentuar la importancia de estos pulmones verdes y no dejar que caigan en el olvido, ya que supondría una catástrofe natural muy perjudicial para los humanos y el resto de seres vivos del medio.

Para celebrar este día hemos reunido los mejores bosques de los que podemos disfrutar en España, que son muchos. Aquí una selección:

Bosque de Muniellos (Asturias)

El impresionante bosque de Muniellos, en Asturias, es uno de los más vastos y mejor conservados de España. Este lugar constituye un paraíso para los amantes de la observación de la naturaleza, ya que alberga una amplia variedad de especies como el oso pardo, el urogallo y el quebrantahuesos.

Ubicado entre los concejos de Cangas del Narcea e Ibias, el acceso a este bosque está restringido, lo que lo convierte en un destino especial. Destaca por sus majestuosos robles, que tienen una edad promedio de más de 400 años y forman parte de uno de los bosques más importantes de Europa.

Selva de Irati (Navarra)

La selva de Irati, en Navarra, cuenta con vibrantes colores, ya que el contraste entre hayas y abetos le proporciona una atmósfera mágica. Se trata de un destino que cautiva a todos sus visitantes y es especialmente popular entre excursionistas y fotógrafos. Este ecosistema es una joya en cuanto a biodiversidad, albergando una amplia variedad de animales como ciervos, jabalíes, gatos monteses y numerosas especies de aves. Perfecto para excursiones en familia, ofrece diversas rutas con diferentes niveles de dificultad para disfrutar al máximo de su belleza natural.

Parque Rural de Anaga (Tenerife)

El Parque Rural de Anaga es un destino ideal si disfrutas de las caminatas en el bosque. Se trata de un tesoro que no se puede dejar de explorar en España. Designado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2015, este bosque cuenta con formaciones geológicas y una variedad de especies vegetales que lo convierten en un lugar mágico. Aunque puedes aventurarte por los bosques de Anaga por tu cuenta, reservar un tour guiado te brindará una experiencia aún más enriquecedora, con detalles fascinantes sobre el lugar. Además, Tenerife, la isla que alberga este parque, también es hogar del pico más alto de España. Si planeas pasar varios días aquí, una excursión en teleférico al Teide es una opción que no querrás perderte.

Bosque de la Herrería (Madrid)

Una escapada a Madrid siempre es un buen plan, y más si vas a la Sierra de Guadarrama. El Bosque de la Herrería es un sitio lleno de encantos y cuenta con una gran diversidad de flora y fauna, compuesto principalmente por robles y encinas. Además de su riqueza natural, el Bosque de la Herrería también es conocido por su patrimonio histórico y cultural. Aquí se encuentra el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, una impresionante obra arquitectónica construida en el siglo XVI por orden del rey Felipe II. El monasterio es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es uno de los principales atractivos turísticos de la zona.

La Fageda d’en Jordà (Gerona)

Indudablemente, La Fageda d'en Jordà, en Gerona, destaca como uno de los paisajes más singulares y espectaculares de España. Su encanto radica en la combinación de exuberante vegetación, paisaje singular e interesante historia geológica. Este enclave es célebre por sus hayas, las cuales prosperan en un suelo volcánico moldeado por la actividad del volcán Croscat. La acidez del terreno contribuye al crecimiento lento de estas hayas, dando lugar a formas retorcidas y fantásticas que configuran un panorama excepcional. Además, la región alberga manantiales de agua fresca y cristalina que brotan de la tierra volcánica, añadiendo un toque de frescura natural a la experiencia.

Ordesa (Huesca)

Este parque nacional, apodado el «Yosemite del Pirineo», ofrece paisajes espectaculares en cualquier temporada, destacando especialmente en otoño cuando la diversidad forestal viste el colosal anfiteatro con un manto de colores. A diferencia del Yosemite, aquí son los glaciares los que han esculpido las paredes verticales en la roca caliza, creando un escenario único. El bosque es una mezcla de hayas, robles, álamos, abedules y fresnos, que añaden un resplandor especial a la región, mientras que los pinos negros, abetos y pinos silvestres mantienen su verdor característico. La excursión circular de 20 kilómetros que lleva a la Faja de Pelay por la Senda de los Cazadores, pasa por el circo de Soaso y la cascada de la Cola de Caballo antes de retornar a la pradera de Ordesa siguiendo el río Arazas, es una experiencia que merece la pena. En otoño, esta ruta se vuelve aún más inolvidable con el estallido de colores en Ordesa.