Incendios en las instalaciones fotovoltaicas de los edificios, un riesgo cada vez más destacado
Se está observando un proceso de envejecimiento en las placas solares instaladas en la actualidad, las cuales originalmente carecían de requisitos específicos en cuanto a seguridad contra incendios
Las instalaciones fotovoltaicas han experimentado un notable crecimiento en España, impulsadas por la abundancia de horas de sol en nuestro territorio. Factores como la reducción de costes de las placas solares, el avance en los sistemas de energía solar y la implementación de legislación favorable al autoconsumo eléctrico, como el Real Decreto 244/2019 de 5 de abril, han contribuido a este fenómeno. Esta tendencia se ha reflejado tanto en comunidades de vecinos como en áreas industriales, donde se han visto incrementos significativos en la instalación de paneles solares.
Según datos recopilados por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), en 2018 se añadieron al sistema eléctrico español 261,7 megavatios (MW) de nueva capacidad fotovoltaica, representando un incremento del 94 % respecto a los 135 MW instalados en 2017. Este crecimiento continuará en los próximos años, ya que se espera que la tecnología fotovoltaica siga expandiéndose y multiplicándose, especialmente debido a las políticas de fomento del autoconsumo eléctrico.
En el ámbito industrial, el crecimiento también ha sido notable, con un aumento del 47 % en 2022 en comparación con años anteriores. Las instalaciones en cubiertas industriales han sido especialmente destacadas en este crecimiento. Sin embargo, este aumento en la adopción de sistemas fotovoltaicos también conlleva un incremento en el riesgo de incendios, un aspecto que debe ser considerado y gestionado adecuadamente a medida que la tecnología fotovoltaica continúa su expansión en los próximos años.
Según información recopilada por Tecnifuego, la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, se está observando un proceso de envejecimiento en las placas solares instaladas en la actualidad, las cuales originalmente carecían de requisitos específicos en cuanto a seguridad contra incendios. Además, se ha detectado una falta de mantenimiento y de inspecciones periódicas, aspectos cruciales para prevenir incidentes.
Los datos más detallados sobre incendios en instalaciones fotovoltaicas provienen de Estados Unidos, donde se ha llevado a cabo un seguimiento exhaustivo de este tipo de eventos durante años. Un estudio relevante señala que, entre abril de 2020 y junio de 2021, Amazon experimentó «incendios críticos o eventos de arco eléctrico» en al menos seis de sus 47 instalaciones en América del Norte con sistemas solares, afectando al 12,7 % de dichas instalaciones.
En España, el informe publicado por UNESPA, titulado Siniestros industriales. Datos 2022-2023, elaborado por Estamos Seguros, analiza 212.215 incidentes industriales ocurridos entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de julio de 2023. Dentro de este informe, los incendios industriales son mencionados como la segunda causa de mayor coste –con un promedio de 15.187 euros por siniestro–. Sin embargo, el informe no proporciona un desglose detallado del porcentaje de incidentes atribuibles a las instalaciones fotovoltaicas. Según fuentes consultadas, se estima que estos incidentes representan aproximadamente un 10 % del total.
Causas de los incendios
Las principales causas de incendios en instalaciones fotovoltaicas incluyen:
- Sobrecalentamiento: las células solares y los cables eléctricos pueden calentarse en exceso debido a la exposición a altas temperaturas o sobrecargas eléctricas.
- Cortocircuitos: pueden ocurrir cuando los cables eléctricos están dañados o mal conectados, lo que provoca un flujo de corriente incontrolado.
- Fallos en los inversores: problemas en los inversores pueden generar sobrecalentamiento y desencadenar un incendio en el sistema.
- Descargas eléctricas: durante el mantenimiento o la instalación de los paneles solares, pueden producirse descargas eléctricas accidentales que desencadenen un incendio.
- Fallos en las baterías: los sistemas de almacenamiento de energía pueden experimentar fallos que resulten en sobrecalentamiento y, eventualmente, en un incendio.
- Deficiencias en productos de baja calidad o en diseños y ejecuciones deficientes.
- Trabajos en caliente durante la instalación y mantenimiento de los sistemas, lo que puede aumentar el riesgo de incendio debido a la generación de chispas o calor excesivo en áreas sensibles.
En España, el Reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales (RSCIEI), establecido por el Real Decreto 2267/2004, utiliza el cálculo de la densidad de carga de fuego para evaluar el riesgo intrínseco de las industrias. La presencia de instalaciones fotovoltaicas puede aumentar este riesgo, ya que contribuyen a la carga de fuego del establecimiento. Además, los materiales empleados en la construcción de las instalaciones fotovoltaicas deben considerarse en el cálculo de la carga de fuego, junto con su reacción al fuego y velocidad de crecimiento del incendio.
Aunque el Código Técnico de la Edificación no especifica requisitos para las instalaciones fotovoltaicas en la envolvente de los edificios, sí establece criterios relacionados con la reacción al fuego de los materiales de revestimiento, dependiendo de la altura del edificio y el tipo de fachada.
Ante este panorama, Tecnifuego y los expertos en seguridad contra incendios (SCI) están investigando soluciones para proteger industrias y viviendas, lo que ha generado inversiones en I+D. Es crucial que los industriales y las comunidades de vecinos contraten expertos en SCI para revisar e implementar medidas de protección adecuadas. Además, se requieren inspecciones periódicas y mantenimiento conforme a la legislación vigente.
El sector asegurador también está imponiendo requisitos de seguridad para las pólizas, especialmente en el ámbito industrial. Por tanto, es esencial evaluar el riesgo contra incendios al desarrollar una instalación fotovoltaica y tomar medidas de protección adecuadas para garantizar la seguridad a corto y largo plazo.
En resumen, la profesionalización, el cumplimiento legislativo, la revisión y el mantenimiento son fundamentales para garantizar niveles adecuados de seguridad en las instalaciones fotovoltaicas y otros ámbitos de protección contra incendios.