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Una persona llena un vaso de agua de un grifoEuropa Press

Cerca del 32 % de la población mundial, en peligro por usar agua con alto contenido de arsénico para cocinar

Puede tener graves consecuencias para la salud, incluyendo cáncer, diabetes y enfermedades pulmonares y cardiovasculares

El consumo de agua contaminada con niveles elevados de arsénico plantea un riesgo significativo para la salud de aproximadamente el 32 por ciento de la población mundial, según un estudio reciente llevado a cabo por académicos del Instituto de Alimentación Sostenible de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido. Esta investigación destaca las graves implicaciones para la salud pública derivadas de la exposición al arsénico en el agua, especialmente en países de ingresos bajos y medios.

El estudio revela que muchos países aún mantienen los límites de arsénico en el agua establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1963, fijados en 50 microgramos por litro (o partes por billón). Entre estos países se encuentran varios en Asia, como China, Bangladesh, Pakistán, Camboya, Tailandia, Myanmar y Nepal, donde el arroz es un alimento básico fundamental en la dieta.

La exposición prolongada al arsénico presente en el agua utilizada para beber, cocinar alimentos o regar cultivos puede tener graves consecuencias para la salud, incluyendo cáncer, diabetes y enfermedades pulmonares y cardiovasculares.

El arroz, uno de los principales cultivos de cereales en el mundo, es especialmente susceptible a la acumulación de arsénico. Este riesgo se ve agravado cuando se cocina con agua contaminada que excede los límites recomendados por la OMS.

El estudio, el primero en su tipo, investigó cómo diferentes métodos de cocción afectan la cantidad de arsénico absorbido en tipos comunes de arroz cocinados con agua contaminada. Los resultados mostraron que el arroz blanco y el vaporizado, ampliamente consumidos en Occidente y Asia, acumulan más arsénico que el arroz integral cuando se cocinan con agua contaminada. Sin embargo, utilizar agua sin arsénico durante la cocción puede mitigar este riesgo.

El doctor Manoj Menon, director de la investigación, enfatiza la importancia de adoptar las últimas recomendaciones de la OMS para reducir la exposición al arsénico y proteger así la salud de la población. Destaca la necesidad de regulaciones más estrictas en países donde actualmente no existen límites para el arsénico en el agua potable.

El estudio también evaluó los riesgos de exposición en países como Bangladesh, el mayor consumidor per cápita de arroz en el mundo. Los resultados muestran que casi todos los grupos de edad en este país enfrentan un riesgo significativo debido a la alta ingesta de arsénico a través del arroz.

Menon destaca la importancia de proporcionar acceso a agua limpia y saneamiento, un objetivo clave de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Insta a los responsables políticos a implementar medidas urgentes para suministrar agua sin arsénico en los hogares, especialmente en regiones donde el arroz es un alimento básico.

Además, el estudio sugiere que la forma de cocinar el arroz puede influir en la cantidad de arsénico presente en el grano. Métodos como el sancochado y absorbido, así como el uso de exceso de agua durante la cocción, pueden ayudar a reducir los riesgos asociados con la ingesta de arsénico.

Este estudio resalta la necesidad de abordar el problema del arsénico en el agua potable a nivel mundial, así como la importancia de adoptar prácticas de cocina seguras para reducir la exposición al arsénico a través del arroz.