Los efectos de los plásticos en la salud: incrementan el riesgo de padecer varias enfermedades, como cáncer y obesidad
Que un producto esté en el mercado no es garantía de que sea seguro. Así lo expresan más de 70 profesionales del ámbito de la investigación y de la salud, que remarcan el aumento en los últimos años de la exposición a una gran diversidad de materiales y sustancias químicas derivadas del plástico. Aunque, en los últimos años, desde las instituciones se ha promovido disminuir el uso de estos artículos, aún están muy presentes en nuestro día a día.
Los expertos han alertado de estos efectos en la declaración 'Futuro sin tóxicos', impulsada por Rezero, que reclama a la industria y los gobiernos, acciones urgentes ante la alarmante exposición a sustancias tóxicas en la vida cotidiana derivadas del plástico. Unos elementos que además tienen un «impacto intergeneracional» en la salud, es decir, que debido a esa exposición continuada genera enfermedades que pasan de padres a hijos.
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Estas se encuentran presentes en productos de consumo tan comunes como alimentos, envases, enseres de cocina, textiles, plásticos o artículos de limpieza e higiene, entre otros. Se trata, según recalcan, de productos de una toxicidad lenta pero resistente que son perjudiciales tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
Según afirman los firmantes del manifiesto, desde hace varios años los profesionales científicos han expresado que los mecanismos de protección de la salud humana establecidos hasta ahora son insuficientes y que, tal y como justifican diversos estudios, prácticamente toda la población cuenta con la presencia de tóxicos en el organismo.
Efectos adversos en la salud
Esta exposición continuada a las sustancias tóxicas pone en peligro la salud de los consumidores. Tal y como señalan en la declaración, estos podrían ejercer de disruptores endocrinos, es decir, como sustancia exógena o mezcla que altera la función del sistema endocrino, los cuales se ha demostrado que están asociados a problemas reproductivos, del neurodesarrollo o de diabetes.
Asimismo, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertan de que este tipo de elementos podrían llegar a causar varios tipos de cáncer, como el de ovario y el de páncreas, así como problemas con el tiroides, obesidad o déficits de atención.
Prohibir envases de plástico de un uso
Para evitar esta constante contaminación de las personas, desde Rezero reclaman varias medidas, entre las que se encuentra prohibir los envases de un solo uso, impedir el reciclaje o la reutilización de productos que puedan convertirse en residuos que contengan contaminantes orgánicos persistentes, así como vetar el empleo de neumáticos reciclados como material para la fabricación de baldosas u otros tipos de pavimentos en centros escolares o áreas de recreo infantil.
Nicolás Olea, catedrático del Departamento de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada, apunta que es «imprescindible» pasar a la acción para proteger la salud de las personas y el medio ambiente. «Tenemos que garantizar que los productos de consumo sean libres de sustancias tóxicas y que se cumplan estrictamente las regulaciones existentes».
Asimismo, la doctora Ethel Eljarrat, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, ha querido destacar «la dificultad a la hora de sensibilizar la población, puesto que se trata de una toxicidad que no se ve y no es de efecto inmediato». Eljarrat subraya el peligro de los componentes tóxicos persistentes y bioacumulables, ya que nuestro organismo no es capaz de metabolizarlos y eliminarlos, lo que quiere decir que cuando entran se quedan de por vida y, a medida que el organismo envejece, las cantidades van en aumento.